Su carácter, su disciplina y sus maneras hacen que quizás sea una persona incómoda para algunos, pero está claro que quien comparte tareas con Emery termina por conocer y admirar su trabajo. Estamos hablando de un entrenador que transmite pocas dudas; tiene claros sus objetivos y lo que tiene que hacer para lograrlos.

El irregular inicio de temporada del Sevilla puso en duda su continuidad en el equipo del Nervión, pero a día de hoy nadie en el entorno sevillista duda de la figura de Emery.

Su carácter le ha traído más de un problema con algún jugador en más de una ocasión, pero él no ha tenido problema en reconocerlo. Puede que adaptarse al vasco no sea fácil, pero todo aquel que conecta con su sistema de trabajo sabe que tiene en Emery a un cómplice.

Conocer la manera de trabajar de Unai es saber lo que es la disciplina, es saber lo que es estar comprometido con el club, compañeros y afición. Todo el que asume que Emery lleva la batuta, asume que tiene que hacer lo que el míster diga, que las tonterías y las excusas no existen y que el respeto al fútbol es lo esencial.

No todo el mundo está dispuesto a asumir ciertas reglas y quizás ese sea el motivo de algún posible problema que el de Hondarribia haya podido tener, pero quien sea fiel a la dinámica de Emery, sabe que está en un club serio en el que el trabajo se recompensa.

Cómo es Emery

En ocasiones su personalidad podría parecer dura distante, pero nada más allá de la realidad.  Unai es una persona exigente con los demás pero también lo es consigo mismo. Analiza hasta el más mínimo detalle de su rival, estudia las estrategias de los demás y se plantea los posibles sistemas de juegos que pueden romper al contrario.

Conoce a la perfección las posibilidades de todos y cada uno de sus jugadores y sabe lo que exigir a cada uno de ellos en cada partido. Diseña un once competitivo sin miedo a dejar en el banquillo a alguien que en el partido anterior ha sido indispensable.

Cuando uno habla de Unai Emery, habla de carácter, de seriedad y de pasión por su trabajo. La profesionalidad que el vasco ofrece en el día a día hace que muchos equipos envidien un entrenador así en sus filas.

Este fin de semana será la Real Sociedad de Eusebio quien se enfrentará al conjunto sevillista. Un equipo cuya temporada se podría calificar de decepcionante, viaja a Sevilla para enfrentarse a un club que jugará la final de la Copa del Rey, mientras se mantiene vivo en competición europea y defiende sus posibilidades en la Liga. Bonita diferencia.