Tres meses y cuatro días después, retorna el campeonato de la regularidad para Sporting y Athletic. Unos, tras confirmar una salvación in extremis que incluso contó con un componente de suerte clave. Otros, después de lograr el quinto puesto e imponerse al Celta en la tabla. Ahora, el objetivo es ‘dar una marcha más’, buscar escalar más en la montaña que supone LaLiga Santander.
Los del Pitu Abelardo saben bien cuál es su destino campaña tras campaña. Siendo plenamente conscientes de sus limitaciones y usando a Mareo como una auténtica mina de guajes aguerridos y sportinguistas, los asturianos han logrado llegar hasta límites insospechados. Ya el ascenso en la 2014/15 parecía algo casi utópico, pero lo consiguieron. La salvación parecía algo posible pero muy costoso en la 2015/16, pero lo consiguieron. Ahora, el objetivo es claro: que El Molinón no tenga que ser decisivo en las jornadas finales. Para ello, la plantilla se ha renovado en gran cantidad.
Un modelo similar, pero con un contexto muy diferente, sigue el Athletic. Con todas las limitaciones que se supone por la filosofía que los rojiblancos siguen, los de Ernesto Valverde no han podido reforzarse debido a las imposibilidades a la hora de fichar jugadores que puedan aumentar el nivel de la plantilla. Pero la mejor noticia sigue siendo la continuidad de Aymeric Laporte, que es casi como un fichaje. En San Mamés son conscientes que, sin previas europeas ni Supercopas de por medio, los suyos pueden aumentar sus cotas y luchar tanto por la cuarta plaza como, por qué no, triunfar en Europa.
Nunca estarán tranquilos
Ya lo tienen asumido. Saben que, probablemente y excepto giro de acontecimientos inesperado, no se van a poder codear con los grandes a modo de clasificación. Son conscientes de que todos los años van a tener un fantasma detrás, que nunca les abandonará y que siempre va a susurrar una palabra: ‘descenso’. Pero no les importa para nada. Porque esto es ya un sueño.
Jugadores que fueron tan importantes, como Bernardo, Jony o Luis Hernández han abandonado la disciplina gijonesa. Todos ellos libres, sin que el Sporting pueda sumar un euro. La deuda que acarreaba la institución rojiblanca se ha visto reducida y, de hecho, es uno de los principales objetivos para seguir creciendo.
Pero, a pesar de ello, las demás piezas claves del proyecto de Abelardo han continuado y se ha renovado al Pitu a modo de premio por lograr la salvación. Además, se le han concedido los refuerzos que él quería: así, Duje Cop, Amorebieta y Diego Mariño han llegado a la entidad asturiana a modo de traspaso, pagando por ellos una cantidad alrededor de un millón en total. Junto a esto, las incorporaciones gratuitas de Babin, Víctor Rodríguez, Moi Gómez, Xavi Torres y Whalley aportan tanto experiencia en Primera como calidad al Sporting. No solo eso, sino que piezas clave como Meré o Isma López siguen defendiendo los colores rojoblancos.
Este partido será especial, sobre todo, para un hombre. Fernando Amorebieta se verá las caras con el Athletic por primera vez desde que saliese de Bilbao. Tras una etapa poco fructífera en Inglaterra, donde pasó a jugar en la FL Championship (Segunda División inglesa), el central vinotinto regresa a la Liga de la mano del cuadro asturiano, siendo además una incorporación notable para una plantilla como la que dispone Abelardo. También se volverá a medir a su exequipo Isma López.
Para este encuentro, el ex del Barcelona no podrá contar ni con Daniel Ndi ni con Rachid Aït-Atmane, ambos por problemas físicos. Alberto Lora, el capitán sportinguista, era duda, pero finalmente no ha entrado en una citación en la cual han sido descartados Whalley y Vranjes, por decisión técnica.
Pese a todo, el once que se presentará ante el Athletic será, prácticamente, el ideal que plantea el Pitu para esta campaña en la que el Sporting sabe que sufrirá, pero espera que ese sufrimiento acabe antes que el año pasado.
Villarreal, Barcelona y Sevilla como muros
Cerca, por poco, por muy poco. Así se puede describir la campaña pasada del Athletic Club. En todos los frentes. Cumplió las exigencias fijadas para las tres competiciones y se cubrió de gloria con la Supercopa, y nadie le puede reprochar nada. Sin embargo, queda una espina. Y es que los leones se quedaron a las puertas de una campaña perfecta, en la que pudieron acabar con todo lastre del pasado.
Mientras que en Liga un mal inicio terminó truncando las posibilidades de la cuarta plaza ante un Villarreal soberbio, en Copa los pupilos de Ernesto Valverde se quedaron a las puertas de realizar una sorpresa mayúscula en el Camp Nou y llegar a las semifinales, quedando más claro el camino hacia una posible final por eliminar al vigente campeón, que volvió a serlo. Pero lo más cruel llegó en Europa. Sin duda.
Un mal lanzamiento de Beñat en una tanda de penaltis fatídica ante el Sevilla privó a los vizcaínos de repetir presencia en unas semifinales de la UEFA Europa League cuatro años después. Además, en una eliminatoria que casi cuesta un problema cardíaco a más de uno, puesto que Aduriz y Raúl García igualaron la eliminatoria en el Pizjuán, y tras la cual el Sevilla acabó saliendo campeón. Otro más.
El objetivo sigue siendo superar esa marca, pero sobre todo mantenerse. Con Ernesto Valverde ha llegado una regularidad que hace años que no se veía en Bilbao, pues el técnico extremeño ha conseguido clasificar al Athletic para Europa en todas las temporadas desde su retorno: dos para la UEFA Europa League y una para la UEFA Champions League, objetivo claro para los leones en esta edición de LaLiga Santander.
Para intentar lograr la excelencia en las tres competiciones, la mejor noticia ha llegado este verano. Ningún jugador que entraba en los planes de Ernesto Valverde ha salido, algo óptimo sobre todo por Aymeric Laporte, cuya continuidad estaba en seria duda. No se han podido sondear refuerzos, pues todos los que hubiesen aportado algo sobresaliente, como pueden ser Monreal o Azpilicueta, son inalcanzables.
El gran ‘fichaje’ que sí ha llegado a la entidad bilbaína ha sido Kepa Arrizabalaga, y de paso ha abierto un debate en la portería del Athletic Club. Hasta ahora, Iraizoz e Iago Herrerín se repartían las tres competiciones, pero la llegada del ex del Valladolid abre un nuevo frente de posibilidades. Valverde ha confirmado que no saldrá cedido, que se quedará y que tendrá minutos, pero por ahora no va a ir convocado para el encuentro de Gijón. No es el único jugador que se ha incorporado a la disciplina rojiblanca, pues Yeray, Saborit y Mikel Vesga también pasan a formar parte del primer equipo, viniendo del filial. Así, se encara con ilusión partido en el cual no estarán Iñigo Lekue, Sabin Merino, Kike Sola y Mikel Rico, debido a diferentes problemas físicos. Además, Gorka Elustondo y Enric Saborit se quedan fuera por decisión técnica.
Un feudo asequible desde 1992
El Molinón se ha convertido en una buena salida para el Athletic, pues no saben lo que es perder en el terreno sportinguista desde hace casi 15 años, datando la última derrota de septiembre del 92. El balance general se sitúa en 11 victorias del Sporting, 15 empates y 15 victorias de los leones, siendo la más reciente la acontecida en el pasado mes de marzo, cuando con goles de Beñat y De Marcos solventó el encuentro. Ya se midieron, además, en pretemporada, con un empate a uno.
Convocatorias y onces probables
Real Sporting: Cuéllar, Mariño, Lillo, Babin, Meré, Amorebieta, Isma López, Canella, Sergio, Nacho Cases, Xavi Torres, Carmona, Víctor Rodríguez, Burgui, Afif, Moi Gómez, Pablo Pérez, Cop y Carlos Castro.
Athletic Club: Iraizoz, Bóveda, Laporte, Eraso, San José, Beñat, Iturraspe, Muniain, Williams, Vesga, Iago Herrerín, Susaeta, Etxeita, De Marcos, Aduriz, Viguera, Raúl García, Balenziaga, Yeray.
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