Mirando al campo, ya sea explorando el hombre por hombre, la idea con el balón en los pies o defendiendo cuando la tiene el rival, es complicado encontrar más de un puñado de diferencias entre el Deportivo que hizo sonar todas las alarmas en el sonrojante 4-0 encajado en Butarque y el Deportivo que le arrebató un punto a todo un Atlético de Madrid el pasado jueves en Riazor y que arrancó la primera victoria a domicilio desde la pasada campaña y la primera victoria también de este 2017.

La diferencia significativa se sienta en el banquillo. Y es que tras la destitución de Gaizka Garitano llegó Pepe Mel como un auténtico torbellino. La más clara declaración de intenciones la dejó en sala de prensa el propio Mel, que cuestionado por la titularidad de Fajr contestó que "estamos ante una situación de carácter, y necesitamos carácter".

Y es ese carácter lo que Pepe Mel ha llevado por bandera en esta primera semana al cargo del banquillo blanquiazul. Una semana en la que ha tenido que trabajar al equipo muchísimo más a nivel mental que a nivel táctico, ya que el equipo encaraba dos partidos en cuatro días, tres en seis si contamos el que medirá mañana en Riazor a los coruñeses con el Real Betis de Víctor Sánchez del Amo.

Un carácter que no solo se aprecia en fuerte apuesta por Fajr en el once. Otro de los 'desterrados' de la era Garitano, Pedro Mosquera, ha reinventado una versión de sí mismo en estos dos últimos encuentros que supera con creces lo que se pudo ver del coruñés en toda la etapa de Gaizka Garitano al frente del equipo. Y esto puede deberse a la charla que Mel tuvo con el centrocampista en su llegada poco despues de aterrizar en A Coruña. El técnico le pidió a Mosquera que volviera a ser el jugador que había conocido años atrás y el jugador ha respondido a la llamada y se ha destapado como un jugador clave en los dos partidos, llegando a marcar incluso el gol que le daría finalmente la victoria al Deportivo frente al Sporting. Curioso que el coruñés también vio puerta en la primera victoria de Gaizka Garitano, ante el Eibar el pasado mes de agosto.

A medida que avancen los encuentros veremos mucho más del Dépor que quiere Pepe Mel a nivel táctico, aunque va dejando matices en lo que se ha visto hasta ahora. Defensa atrás y solidaria y rápida salida al contragolpe y también mucho trabajo a balón parado, un arma que ya usase también su predecesor en el cargo.

Este miércoles en Riazor tendrá otra oportunidad el Deportivo para demostrar si ese carácter que Pepe Mel está convirtiendo casi en un jugador más del equipo vuelve a servir para sumar, quién sabe si tres puntos que pongan al Deportivo en 26 puntos, a 7 del descenso y metiendo en la pelea de nuevo a equipos como Betis o Málaga. Cómo cambia el fútbol de una semana para otra. Que nunca se apague el carácter.