Un mes sin dejar la puerta a cero

Desde el pasado 21 de octubre, cuando el Betis venció al Alavés con un resultado de 2-0, los verdiblancos no consiguen mantenerse con la portería a cero.

Un mes sin dejar la puerta a cero
El marroquí es un indispensable en la defensa bética. (Real Betis)
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Por Alberto Pintado Lozano

En el fútbol siempre hay rachas, es algo evidente. Sin embargo, las rachas negativas hacen tambalear la filosofía del entrenador y las buenas sensaciones que se muestran antes de la misma. Es algo que le pasa hoy al Real Betis de Quique Setién, situado en la novena plaza de la clasificación de La Liga a tan solo tres puntos de puestos europeos. A priori, la situación es bastante positiva, teniendo en cuenta la alta competitividad existente en los puestos altos de la tabla clasificatoria, pero la afición no piensa lo mismo. Y es que, en cada partido que se disputa en el Benito Villamarín, se percibe en todo momento un runrún en desaprobación con el mal juego que hace el equipo desde hace varias semanas.

Porque es cierto que el Betis comenzó con muy buenas sensaciones el campeonato, pero también es cierto que la idea que plasmaba cada semana Setién en el césped se ha ido diluyendo partido a partido, demostrando que el equipo necesita recibir un toque de atención. Un toque de atención que urge en demasía, ya que hace más de un mes que el Betis no logra mantener su portería a cero en un partido. Concretamente, la victoria como local frente al Alavés de De Biassi fue el último encuentro en el que se consiguió no encajar goles, además del triunfo. Quizá un factor determinante en este aspecto fueron las bajas de Feddal, hombre clave en la defensa; así como la de Durmisi, que obligaba a Setién a dar minutos a Alin Tosca, quien no ha dado motivos para ser halagado por sus actuaciones.

Desde el partido en el que el Betis derrotó al Alavés por 2-0, han sido once los goles que ha encajado el conjunto verdiblanco, destacando, por encima de las demás, la inexcusable derrota por 5-0 en Ipurúa, algo que enfadó como nunca a los aficionados béticos. Por ende, es más que evidente la fragilidad defensiva de la que se aqueja el Real Betis desde el pasado 21 de octubre, algo que se debe corregir inmediatamente y, en caso de no ser posible, retocarse en el mercado invernal con una incorporación de nivel.