Tras el 0-1 en la ida, la Real llegó al descanso ganando 2-0 al Lleida y con la eliminatoria a priori sentenciada. Lo que vendría después no podrían leerlo ni en los mejores libros de ficción. El Lleida, equipo que marcha en el undécimo lugar del grupo III de Segunda B, remontaría a la Real. Con tres goles en apenas 30 minutos, los ilerdenses apeaban a los donostiarras de la Copa. Un equipo que no había marcado en sus últimos cinco partidos, y que no había ganado ninguno de los últimos siete.

Tras meses con un discurso ambicioso hablando de títulos, el naufragio de ayer bajo la lluvia de San Sebastián escribe una página más en el libro negro de la Real en esta competición. Por ello, Eusebio compareció después ante los medios. El técnico vallisoletano no supo explicar lo sucedido, y se mostró "muy dolido, es un palo muy gordo". Su equipo había puesto "muchas esperanzas e ilusiones en esta competición" y la eliminación es un fracaso. "No hemos cumplido las expectativas, queremos pedir perdón a la afición", declaró.

Sobre el partido, que "teníamos en la mano y hemos dejado escapar" según palabras del propio Eusebio, el técnico admite que salieron "mal en el segundo tiempo y lo hemos pagado caro". Su rival, el Lleida, "lo ha aprovechado y nosotros no hemos sabido reaccionar". Aunque ante esto al equipo "solo le queda reponerse". Recordemos que la Real se juega las aspiraciones ligueras en el Wanda el domingo y el jueves el liderato de Europa League con el Zenit. Mal momento para jugársela después del palo anímico que supone esta eliminación.

Eusebio se responsabiliza

Después de lo sucedido, el entrenador txuri-urdin quiso responsabilizarse de todo lo sucedido. "Sé lo duro y doloroso que resulta para nuestra afición caer y caer de esta manera", ya que no es la primera vez que la Real cae ante un rival de esta categoría. Beasain, Mirandés, Logroñés, Hospitalet, Zamora... Y ahora Lleida. El equipo al que más veces ha eliminado un equipo e inferior categoría lo volvió a hacer.

Por todo ello, el técnico de La Seca se mostró "muy dolido y decepcionado" consigo mismo. Afirma ser el "máximo responsable" y asume tener "toda la responsabilidad de lo que ha pasado". Ahora, al entrenador y a la plantilla les toca compensar a su afición por la vergüenza vivida. Fácil no lo van a tener, y a pesar de sus disculpas Eusebio lo sabe.