Los donostiarras se sumen en el caos tras la imperdonable derrota que han sufrido, no solo los jugadores, sino también los aficionados quienes nunca pensaron que un equipo de Segunda B como el Club Lleida Esportiu les echaría de una de las grandes competiciones del país.

La falta en el ataque y la ausencia de ganas que pudo ser notable en los últimos minutos del partido fueron los principales responsables de esta situación.  Una Real que, pese a ser uno de los clubes que más está marcando la diferencia, en el buen sentido de la palabra, en la actual temporada de la Europa League, ha caído sumida en el caos tras los tres goles encajados en los últimos 45 minutos del partido.

Aunque esta no es la primera vez en la que los donostiarras han conocido este sentimiento de fatalismo, sí que es la derrota más indigna que se recuerda.  Beasain, Mallorca, Hospitalet de Llobregat... han sido otros de los clubes que han conseguido eliminar a este equipo de Primera de la Copa del Rey.

Sin embargo, no se puede buscar a un único responsable de toda esta situación, sino que han sido un cúmulo de circunstancias.  Pese a ello, sí que se puede hablar de responsables principales, como es Eusebio, ya que no consiguió configurar al equipo para hacer frente a los problemas que iban surgiendo; no empelo todo el potencial del equipo, poniendo en el terreno de juego a sólo dos de los titulares que participaron en el anterior partido de liga.

El final del partido se configuró como un obra de teatro donde la función ya ha acabado y todos los actores y tramoyistas se han ido a casa.  Lo mismo pasó con los jugadores blanquiazules en la segunda parte del partido, no estuvieron presentes en los 45 minutos finales, en la segunda parte completa.