Las jornadas se van terminando y el frío llega a la ciudad sevillana dando paso a la navidad. El Ramón Sánchez Pizjuán cada vez está más gélido y sus jugadores poco a poco se van haciendo a la idea de que sus vacaciones se acercan. El conjunto de Berizzo hasta el momento ha conseguido colocarse en la quinta plaza y todo ello gracias a la figura de sus jugadores. Una de las piezas clave, para el cumplimiento de todos los objetivos propuestos, ha sido el danés Simon Kjaer, ex jugador del Fenerbahçe que gracias a su trabajo diario y a un pequeño golpe de suerte ha logrado asentarse en el once inicial.
La muralla del equipo turco
El número 4 del conjunto de Nervión vino este verano a Sevilla para suplir la salida de Adil Rami, un jugador clave en la zaga rojiblanca. Tras este vacío que habían dejado en la defensa el francés, tras fichar por el Marsella, y Timothée Kolodziejczak por los Tigres UANL, Óscar Arias vio factible la entrada de Kjaer en las filas del conjunto de Nervión.
Arias se fijó en el gran recorrido que tenía el danés tras sus espaldas, pero sobre todo en las temporadas con el Fenerbahçe y en los partidos con su selección. Pudo disputar 43 encuentros oficiales con su equipo, en los cuales marcó dos goles, y 67 encuentros con Dinamarca. Su fortaleza no es el remate a puerta, ya que su función es la defensiva y la lleva a cabo con creces, por ello terminó convirtiéndose en un pilar clave en el equipo turco y en su selección.
Su contundencia a la hora de robar balones y su constancia incansable para seguir a los rivales despertaron un gran interés en los sevillanos. Un defensa que está continuamente encima de otro jugador y no para hasta que obtiene su objetivo es un perfil muy acorde con la filosofía de los de Berizzo. Simon Kjaer viajó a principios de agosto a Sevilla para firmar su contrato por algo más de diez millones de euros, creando de esta manera un pacto con la entidad sevillana hasta el 2021.
Un jugador clave en el conjunto sevillano
El recién llegado una vez en la capital andaluza tuvo la oportunidad de jugar desde el primer partido de liga, ya que la plaza estaba reservada para él y toda la entidad ponía mucha confianza en su solidez. El técnico argentino apostó por él antes que por el portugués, Daniel Carriço, mostrando a la afición que era una buena apuesta en defensa.
El danés con el trascurso de las jornadas, con sus más y sus menos, finalmente acabó por disputar de 17 encuentros, 12, una amplia mayoría. Enfrentándose a grandes equipos como Athletic de Bilbao, Valencia, F.C Barcelona o Real Madrid. En ellos se pudo observar una dinámica similar a la que llevaba a cabo en el equipo turco, con confianza en el robo del esférico y con seguridad a la hora de sacar el balón jugado.
Con confianza en el robo del esférico y con seguridad a la hora de sacar el balón jugado
Simon Kjaer se asentó en la dinámica del equipo sevillano en poco tiempo, algo que no es de esperar en jugadores que acaban de aterrizar en un equipo diferente al anterior, denotando de esta forma profesionalidad y pasión por su actividad en el conjunto sevillano. Sus estadísticas no son muy sobresalientes pero al menos se mantienen estables, en total lleva 441 pases buenos y 42 recuperaciones. En los últimos partidos de liga su ritmo ha disminuido, quizás por el descenso de juego en el equipo de Nervión, ya que en los últimos tres partidos han obtenido dos derrotas y un empate.
Esfuerzo, constancia y recompensa
En la gran competición europea, la UEFA Champions League, jugó la mayoría de encuentros, un total de 4. Tan solo marcó un gol, este fue anotado frente al Spartak de Moscú, un tanto que dio dignidad al equipo de Sevilla tras la goleada por cinco goles a uno. Días antes de disputarlo, Kjaer, era duda por una contusión en la tibia derecha tras el encontronazo en San Mamés frente al Athletic de Bilbao, pero finalmente acabó jugando y dándole una pequeña alegría a los sevillistas.
Otro de los partidos en los que no pudo estar fue frente al Liverpool, un encuentro que se saldó con un empate y con el gran alivio de su afición. El entrenador argentino decidió no convocar al danés tras jugar los últimos minutos del partido contra el Celta, ya que al lunes siguiente no pudo ejercitarse con su equipo. Todos estos baches no le impidieron salir adelante y volverse a situar en el equipo titular desbancando a jugadores que antes de su llegada eran fijos.
La liga se toma unas vacaciones y el defensa de la selección danesa también, dejando una buena imagen de su entrega con el equipo pese a cometer algunos fallos. Simon Kjaer es un novato jugador dentro de las filas rojiblancas, pero ha entrado pisando fuerte y su evolución ha sido grande.
