Alcorcón VAVEL

Anuario VAVEL Alcorcón 2017: la sala de máquinas alfarera

Turno para el medio centro del equipo alfarero, la sala de máquinas del conjunto de Julio Velázquez por donde pasa la mayor parte del juego y en la que los futbolistas son los verdaderos protagonistas.

Anuario VAVEL Alcorcón 2017: la sala de máquinas alfarera
Foto: La Liga 1|2|3
mariocalcast98
Por Mario Calderón

Durante la pasada campaña en la que el equipo pudo salvarse en la última jornada, el centro del campo del Alcorcón estaba poblado de jugadores con una dilatada experiencia en el fútbol profesional. Víctor Pérez, Oscar Plano o Pablo Pérez eran los encargados de dar soluciones a los hombres de arriba a través del buen trato de balón y los pases medidos. Julio Velázquez supo sacar de ellos todo su juego y con su trabajo y esfuerzo se pudo alcanzar esa meta que por momentos parecía imposible.

Habiendo conseguido la permanencia y con la temporada acabada, empezó para el club un periodo de salidas y llegadas que fue frenético. En pocos días se llevó a cabo la ejecución de un proyecto cuyo objetivo era ensamblar cuanto antes todas las piezas nuevas y empezar a rodar con la mayor fidelidad posible.

Muchos fueron los jugadores que  abandonaron las filas del Alcorcón durante el último periodo de fichajes. Unos con destino a Primera, otros cambiaron de aires en Segunda o incluso  probaron experiencias en nuevas ligas. También aterrizaron a la entidad madrileña muchos otros jugadores que pronto se pusieron a las órdenes del míster. Sin embargo en el centro del campo es donde la plantilla madrileña menos bajas tuvo, lo que supuso un alivio para el entrenador que era sabedor de todo el trabajo que tenía por delante.

Hombres como Toribio o Kadir han seguido en la disciplina alfarera y actualmente son pesos pesados en el vestuario. El primero es el capitán y lleva el brazalete por todos los campos de la categoría defendiendo y representando al club y a la ciudad. Por otro lado, la llegada de nuevos jugadores, ha aumentado esa competencia sana y necesaria que todo equipo desea. Dorca, Sangalli o Errasti han ido contando con la confianza del míster con el devenir de las jornadas y han respondido de manera extraordinaria. De hecho, Dorca es el máximo goleador del equipo con cinco tantos demostrando que es un jugador con muy buena llegada a área contraria.

Errasti es otro de los nombres que argumenta la buena salud del mediocampo amarillo. El futbolista alfarero es uno de los futbolistas que más minutos está sobre el campo. Con el número cinco a  la espalda se ha ganado el respeto de Santo Domingo a base de esfuerzo, sacrificio y calidad con la pelota.

Otro de los jugadores que ha sobresalido durante este año y en particular a principios de temporada, ha sido Álvaro Peña. El jugador vasco ha sabido aprovechar esos minutos que le ha dado el míster y ha demostrado tener templanza y buen hacer en el centro del campo tanto en tareas atacantes, suma cuatro goles, como en tareas defensivas.

Por el lado negativo, tenemos a jugadores como Nono o Kadir a los que las lesiones nos les han permitido desplegar su juego. El pubis del jugador extremeño le ha hecho pasar por el quirófano para reparar cuanto antes esa lesión que le estaba lastrando y que no le dejaba jugar sin dolor. Por otro lado, el argelino que ha arrastrado lesiones de todo tipo ha sido uno de los casos que ve con buenos ojos empezar un nuevo año y dejar atrás los problemas físicos.

En definitiva un año bastante productivo y saludable para el conjunto amarillo. Un merecido ascenso a finales de la temporada pasada y una primera vuelta con los deberes hechos y la vista puesta en conseguir una nueva permanencia pero sin perder la posibilidad y el sueño de luchar por algo más en una categoría donde todo es posible.