Ya se han incorporado los jugadores madridistas a los terrenos de juego en este nuevo año 2018 para llegar en buena forma a los primeros encuentros del mes de enero. El más cercano tendrá lugar el día 4 ante el Numancia en lo que significará el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, sin ser un duelo cualquiera ya que la Copa del Rey es la única competición que se le resiste a los de Zinedine Zidane, que no la han ganado nunca con el técnico francés al mando, siendo el último éxito el conseguido ante el Barcelona en abril de 2014 con Carlo Ancelotti como entrenador.

En el trabajo de hoy, los pupilos de Zidane estuvieron focalizando su esfuerzo en trabajos de carga física y con balón, para propiciar un mejor control tanto en la posesión del esférico como al ejercer la presión sobre él, ambas tareas fundamentales en las que es posible que los madridistas se hayan fijado como causas de los últimos resultados, que tuvieron lugar ya en el pasado año 2017. Al entrenamiento se incorporó el portero del equipo Juvenil A, Moha; además se destacó la ausencia del francés Karim Benzema, cuya causa fue la lesión repentina que sufrió hace unos días en el bíceps femoral de su pierna derecha.

Así, el Real Madrid intentará retomar el vuelo en una temporada en la que parece haberlo perdido debido a su situación en liga, encontrándose a 14 puntos de distancia, con un partido menos, del líder de la clasificación, el Barcelona. Los blancos no pudieron despedir el año 2017 como se merecía tras ser el mejor año para todos los madridistas, al haber conseguido cinco títulos de seis posibles, debido a la estrepitosa derrota sufrida ante el mismo Barcelona en el Santiago Bernabéu con un resultado de 0-3. Los madridistas dieron la talla en la primera parte, si bien pudieron haberse puesto por delante en el marcador en varias ocasiones y supieron contener con contundencia a los de Valverde, pero algo pareció fallar en la segunda parte, y el castillo de naipes de Zidane se derrumbó tras los goles de Luis Suárez y Messi a los que se añadió la expulsión de Carvajal, que no podrá jugar ante el Celta de Vigo en Balaídos en la próxima jornada de liga. A pesar de ello, no está todo perdido, ya que aún restan 20 partidos de liga, y sobre todo queda por recorrer todo el camino que les deparará tanto la Champions (ante el Paris Saint-Germain) como la Copa del Rey (ante el Numancia). 

Si por algo se ha caracterizado siempre el Real Madrid es por no darse nunca por vencido hasta que las matemáticas hablen, y más con Zidane, ambos han sido un ejemplo de superación y de resistencia en situaciones adversas durante estos dos últimos años. Por ello, con este primer entrenamiento del año, los de Zidane dan el primer paso para encontrar esa bocanada de aire fresco que necesitan en la plantilla y así volver a demostrar al mundo del fútbol que el Real Madrid sigue aquí.