"Cómo hemos cambiado"

El FC Barcelona y el Deportivo Alavés se enfrentan este domingo en Liga alejados de las versiones que presentaron en la final de la Copa del Rey 2017.

"Cómo hemos cambiado"
22 hombres, una Copa y el preludio del fin | VAVEL.com
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Por Jorge Lindoso

"Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio", dijo el científico Charles Darwin en El origen de las especies. Una teoría de la supervivencia aplicable al fútbol porque, ¿qué han hecho si no FC Barcelona y Deportivo Alavés desde su enfrentamiento en la final de la Copa del Rey 2017?

Culés y babazorros han experimentado cambios esenciales en estos ocho meses. Nombres propios, determinantes en la idea de juego de ambos equipos, abandonaron el barco durante y después del verano sembrando incertidumbre en el club. Unos abordaron las dudas con mayor celeridad, efectividad y presupuesto que otros, pero Barça y Alavés están demostrando -con más o menos éxito- que para sobrevivir hay que saber adaptarse.

3-1, así conquistó el Barcelona su vigesimonovena Copa. Una final que culminó dos proyectos. A partir de aquel encuentro, catalanes y vascos iniciaron un periodo de transición tras la marcha de jugadores y entrenadores, que en aquel partido evidenciaron su trascendencia para ambos equipos.

Empezar de cero en Medizorroza

Theo Hernández, lateral zurdo de 19 años, marcó el único tanto de los babazorros con un golazo de falta en el Vicente Calderón, donde ya se oían los murmullos sobre si su futuro sería colchonero o merengue. Otra perla de 21 años, Marcos Llorente, corría y recuperaba por dos jugadores. El canterano del Real Madrid era capaz de asfixiar por momentos la zona de creación culé.

Un balón que iba a acabar en la escuadra de la portería de Jasper Cillessen | Reuters
Un balón que iba a acabar en la escuadra de la portería de Jasper Cillessen | Reuters

El 'Glorioso' digería el éxito de la temporada -a nueve puntos de Europa y en su primera final copera- con melancolía, sabedor de que la calidad de la plantilla tenía fecha de caducidad. De los catorce jugadores del Alavés que disputaron la final de Copa, tan solo seis permanecen en el equipo. Theo, Llorente (ambos marcharon al Real Madrid), Kiko Femenía (Watford), Deyverson (Palmeiras), Zou Feddal, Víctor Camarasa (los dos firmaron por el Real Betis) y Edgar Méndez (Cruz Azul) marcharon llevándose consigo la ilusión de la afición y el estilo de juego.

Depresión postNeymar

Neymar fue clave en la pasada final de Copa. El brasileño asistió a Leo Messi en el 1-0 y marcó el segundo gol. Neymar era tranquilidad para los culés, garantizaba un presente fulgurante y un futuro más allá de Leo Messi. Los azulgranas levantaban su único título de la temporada ignorantes del plan de Neymar para aquel verano, pero conscientes del adiós de Luis Enrique.

Neymar celebra su gol en la final de Copa, el último en partido oficial con el Barça | VAVEL.com
Neymar celebra su gol en la final de Copa, el último en partido oficial con el Barça | VAVEL.com

Ernesto Valverde sería el encargado de refrescar el ambiente y el juego culé. También vería cómo el marrón más grande de la última década del FC Barcelona caería en sus manos. Lo que iba a ser la llegada de Héctor Bellerín, Marco Verratti, Paulo Dybala o Philippe Coutinho acabó siendo la salida más descorazonadora desde Luís Figo.

Tan solo una Copa del Rey, un estilo de juego en duda, Valverde recién aterrizado en Barcelona y Neymar fichado por el PSG. Ninguna operación estival podía llenar el vacío que dejaba la marcha del brasileño. Ahora solo quedaba Messi y tras él, nadie. 222 millones de euros invertidos en Paulinho Bezerra, procedente China y que pasó sin pena ni gloría por Europa, Ousmane Dembélé, a quien podría haberse fichado el año anterior por 135 millones menos, Nélson Semedo, un lateral derecho que no era Bellerín, y la vuelta de Gerard Deulofeu.

Lo que mal empieza, ¿mal acaba?

Arrancaba septiembre y la temporada no pintaba bien para Barcelona ni Alavés. Los vascos empezaban de cero: 13 bajas y 11 caras nuevas. Además, Mauricio Pellegrino cambiaba Vitoria por Southampton. Los babazorros perdían al arquitecto que trazaba los planos de Mendizorroza y a los cimientos que lo sostenían.

El verano de 2017 derruía un estilo de juego característico y exitoso. No había empezado la nueva temporada, pero se mascaba el olvido de la velocidad y profundidad de Theo y Kiko Femenía desde los carriles, de la fortaleza defensiva en el centro del esquema con Marcos Llorente, Feddal y Víctor Laguardia -baja por lesión de mayo a enero- y del gol descarado de Deyverson.

La incertidumbre ante la nueva temporada se encarnaba en la elección del nuevo técnico. Luis Zubeldía, un joven argentino de 36 años procedente del Independiente de Medellín, sumó cuatro derrotas consecutivas que le costaron el puesto. Javier Cabello, como entrenador interino, y el veterano Gianni De Biasi acumularon otros siete partidos perdidos y dos victorias. La situación del Alavés era insostenible en la jornada 13: colistas con seis puntos.

Ni rastro del fortín de Mendizorroza -una victoria, seis derrotas y una diferencia de menos diez goles- ni de la identidad de juego hasta la llegada de Abelardo Fernández. En su primer partido coincidieron sobre el césped de Montilivi las dos caras del Alavés. Minuto 61, 2-0. Tiempo añadido, 2-3. A partir de esa jornada, el Alavés ha sumado con el 'Pitu' en banquillo 13 de 21 puntos en Liga. Unos números que le han servido para salir del descenso y caer con orgullo en cuartos de Copa ante el Valencia.

Una alegría que regresa de la mano de Abelardo
La alegría regresa a Mendizorroza de la mano de Abelardo

El cataclismo en el Barcelona duró los 120 minutos de la Supercopa de España. El 5-1 favorable al Real Madrid auguraba un nuevo reinado merengue y agravaba la depresión postNeymar. No obstante, aquella goleada ha caído en el olvido porque los culés ahora viven en el éxtasis, tres derrotas en seis meses.

Valverde ha logrado desde la discreción hacer suyo el FC Barcelona. Empezó con ese 4-4-2 que redescubría al aficionado culé la solidez defensiva de su equipo. Después fue recuperando a jugadores para la causa: Thomas Vermaelen, Paco Alcácer y Jordi Alba. Tres futbolistas que se han reencontrado con su mejor forma con la llegada del 'Txingurri'. También dio confianza al prejuzgado Paulinho. Un centrocampista rudimentario sin ADN Barça que al final resultó despertar en un trabajador incansable y un llegador letal, tercer goleador del equipo con ocho dianas.

A la mano de Valverde se le suman los pies de Messi: jugador con más minutos (2.642), goles (21) y asistencias (12) del equipo. El argentino sigue madurando su fútbol perfeccionándose en facetas de creación, remate y presión sin aparente desgaste, sencillamente sabiendo dónde estar y qué hacer en el momento preciso.

De esta manera, el Barcelona ha pasado en medio año de la hecatombe a un dominio exagerado. Sin aparente oposición los culés se han plantado en octavos de final de Champions y en semifinales de Copa del Rey. La Liga es el paradigma de la superioridad culé: 11 puntos por encima del Atlético de Madrid, 14 del Valencia y 19 del Real Madrid, el vigente campeón de Europa y Liga, el mismo que endosó el pasado agosto un 5-1 a los azulgranas. Lo que es el fútbol… Y todavía falta que se sumen a la fiesta Coutinho, Yerry Mina y el cristalino Dembéle.

Los culés celebrando la victoria
Celebración culé en el Bernabéu tras el 0-3 | VAVEL.com

Tras ocho meses de altibajos, de depresiones y éxtasis, FC Barcelona y Alavés se vuelven a enfrentar. Uno, aspirante a todo y el otro, un grupo capaz de salvar una temporada volátil por la que han pasado cuatro entrenadores y 32 jugadores. Ambos, supervivientes.

Cuando culés y babazorros salten al Camp Nou este domingo, podrán mirar atrás y recordar su penúltima cita junto aquella Copa, y entonces decirse aquello que cantaban Presuntos Implicados: "Cómo hemos cambiado".