Después de una jornada de fútbol bochornosa que trasciende lo que es el deporte, José Ángel Ziganda llegó a la rueda de prensa tras el pase a la siguiente ronda del Athletic. El 1-2 fue suficiente para los rojiblancos, que hicieron valer la victoria en Rusia para acceder a los octavos de final de la UEFA Europa League.

Más corta de lo normal, la comparecencia del de Larráinzar estuvo marcada, como no podía ser de otra manera, por los graves sucesos que se produjeron a la llegada a San Mamés de los ultras del Spartak de Moscú. Fruto de esos incidentes, un miembro de la Ertzaintza terminó falleciendo durante el transcurso del encuentro.

“No sé si es mejor o peor desalojar a todos a la vez. Hay que tomar las medidas antes”

Abriendo su comparecencia con un mensaje de pésame a la familia de este ertzaina, lamentó un hecho que catalogó de “muy triste”.

Ahondando un poco más en el asunto, Ziganda dejó claro que “hay que hacer una reflexión muy potente y muy seria” sobre este tipo de incidentes que manchan la imagen del deporte. Sobre el momento en el que se enteró el vestuario, desveló que fue “cuando terminó el partido” y no se decanta por la opción de haber suspendido el partido una vez la noticia del fallecimiento fue oficial: “No sé si es mejor o peor desalojar a todos a la vez. Hay que tomar las medidas antes”.

Ya en el plano deportivo, un nuevo partido decepcionante del Athletic fue lo que se vio en el encuentro de vuelta de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League.

Sin ideas y perdiendo intensidad a medida que pasaban los minutos, los rojiblancos sufrieron de lo lindo para aguantar la ventaja del partido de ida. Por su parte, Ziganda acepta que la idea inicial era la de “salir a apretar con la intención de ganar el partido”.

“El inicio del primer tiempo ha sido bueno, pero a medida que pasaban los minutos nos hemos partido. Nos costaba defender sus transiciones y han acabado mejor. En el segundo tiempo hemos empezado bien y con el empate a uno el partido estaba controlado. Ellos tenían que hacer los goles y no han generado ocasiones de peligro”, añadió un entrenador que ve el encuentro de la siguiente manera con el 1-2: “Con el 1-2 nos ha pillado desorganizados y ha habido más nervios y empiezas a pensar cosas. Falta un poco de calma y de pausa para volver a organizarse. Por suerte hemos podido aguantar y pasar la eliminatoria”.

Parte de culpa de este pase a la siguiente ronda la tiene Aritz Aduriz, un jugador que llegaba entre algodones al encuentro tras no haber entrenado los días previos al choque. El donostiarra terminó jugando en lo que fue un riesgo para el Athletic.

El técnico navarro desveló que el ariete tiene “un problema muscular leve”, pero que no le impedía poder jugar este encuentro: “Después de la resonancia y valorando que no es una zona delicada y que es algo leve, hemos decidido que esté en el banquillo”.

Con esto culminaba una jornada aciaga en lo que al fútbol en general se refiere. De nuevo, las malas noticias copan las portadas en un deporte que cada vez está más radicalizado, sin atisbos de cambios cercanos. La única noticia positiva que se sacó de San Mamés fue el pase a la siguiente ronda de un Athletic que tampoco da indicios de permuta en la recta final de la temporada.