Desde la marcha del otomano al club de la Ciudad Condal, se ha perdido esa magia, esa chispa que prendía la mecha, en forma de pase entre líneas. Ni Koke, Gabi, Thomas o Saúl están respondiendo a la llamada de dicha responsabilidad.

Gabi, el gran capitán en la “Era Simeone”, es un jugador de corte defensivo. La intensidad, garra y entrega, son sus signos sobre el terreno de juego. Es un gran mediocentro defensivo, y sabe sacar el balón desde atrás para conectar con los atacantes. Pero no es el pasador que necesita el Atleti, por no hablar de que ya serán 35 los próximos que cumpla. Y pese a su espléndido estado de forma, necesita un recambio de garantías y joven. En su momento, se pensó que era Augusto, y por momentos lo fue. Hasta que aparecieron las lesiones y acabaron alejándole no solo de los terrenos de juego, sino también del Atlético de Madrid, rumbo a China.

Saúl, la joya de la corona de la cantera. Tras la irrupción de Koke en el primer equipo de forma fulgurante, y con su confirmación como uno de los pilares de Simeone. Saúl emergió en la temporada 2015-2016, para dejar a todos boquiabiertos y dar la sensación de que una nueva estrella había nacido en el seno del Calderón. Nada más lejos de la realidad, el talentoso jugador ilicitano, no solo es un fijo en el once de Simeone, sino que además es indiscutible con la Sub-21, y entra en las quinielas para ir al Mundial de Rusia. En el Atleti, ocupa un rol defensivo. Acompaña a Gabi en el doble pivote, muy lejos de su posición en la Selección. En el equipo de Celades, ocupa posiciones más adelantadas, demostrando lo gran llegador que es. Sin embargo, Simeone prefiere acomodarle en la posición de pivote, cumpliendo eso sí con su rol. Garra, técnica y resistencia, son las principales cualidades del jugador de Elche. Que en mi humilde opinión, podría estar mejor aprovechado.

Koke, el eterno heredero de la corona. Que Jorge Resurrección, es el timón del  Atlético de Madrid, es algo que quedó claro desde la temporada 2012-2013, en la que el Atleti levantó la Copa del Rey en el Bernabéu, siendo éste uno de los artífices de la gesta. Su rendimiento creció exponencialmente en las dos siguientes temporadas, tanto es así, que entró en las listas de Del Bosque y estuvo en el Mundial de Brasil y la Eurocopa de Francia. Sin embargo, esta temporada su rendimiento está siendo deficiente, muy por debajo del esperado. Siempre solidario en las tareas defensivas, el madrileño, no está teniendo tanta clarividencia como tuvo años anteriores, y el equipo lo está notando. Es el más indicado para no solo llevar el timón del equipo, si no de ser el sucesor natural de Arda, pero parece que no termina de dar el salto. Precisión, trabajo y técnica son las señas del uno de los “bajitos” del Atleti. Antes o después, se hará cargo del equipo y por el bien de todos los aficionados atléticos, esperemos que recupere la visión que atesora.

Thomas, el último en llegar. El ghanés, apodado “La Perla Negra” por el famoso navío de la saga de Piratas del Caribe. Es el último de una larga lista de mediocentros que ha  probado Simeone. Sin embargo, y ya que citamos películas, “parece que la fuerza reside en él”. Temple, claridad en el pase, y solidaridad defensiva, son las principales armas del jugador atlético. Pecó de novato frente al Barça pero, ¿qué queremos con tan solo 24 años? No todos tienen la capacidad de adaptación de Koke o Saúl. Sin embargo, y poco a poco el ghanés se ha ido ganando un hueco en los onces del Cholo, precisamente como sustituto de Gabi. Y seamos realistas, aún le falta rodaje,  pero tiene talento y con confianza puede ser una pieza interesante.

Pese a esta triste realidad del poco fútbol que genera el Atleti, los resultados son del todo halagadores. Si bien todos conocemos lo éxitos cosechados por Simeone al frente del Atlético de Madrid, esta temporada, pese a que parece la peor de todas… no está siendo tan infructuosa. Segundos en Liga, a ocho puntos del Barça, en octavos de la Europa League tras eliminar al Copenhaguen y caer eliminados en la fase de grupos de la Champions.  Y eliminados de la Copa del Rey en semifinales ante el Sevilla, pese al cartel de favoritos. La temporada, no lo neguemos, está siendo gris. Pero puede tornarse en blanquecina si finalmente se acaba segundo en Liga, y se obtiene el título de la Europa League.

Como bien diría Loquillo en su canción Feo, fuerte y formal, y que resume perfectamente el centro del campo del Atleti: “No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo”.