Son muchos los equipos que a lo largo de la historia de Segunda División B han conseguido ascender a la división de plata del fútbol español pese a tener unos recursos económicos deplorables. En esta ocasión, nos fijamos en el CF Reus Deportiu, el actual decimocuarto de Segunda División.
A tan solo quince quilómetros de la capital de provincia, Tarragona, Reus es una ciudad de unos 100.000 habitantes. Históricamente, el deporte en esta ciudad se ha caracterizado por una supremacía del hockey patines, y es que el Reus Deportiu de Hockey es el actual campeón de Europa. No obstante, en los últimos años el principal club de fútbol de la ciudad ha cobrado una importancia singular, y se ha hecho un hueco en la historia del deporte en la ciudad de Reus. En mayo de 2016, en la que era su novena temporada en la historia de Segunda División B, el CF Reus Deportiu consiguió por primera vez en sus 107 años de historia el ascenso a Segunda División.
2015/16, el histórico año del ascenso
La temporada 2015/16 vino precedida de un doloroso fracaso en el intento de ascender a Segunda División. El Reus alcanzó el playoff de ascenso al término del curso 2014/15, pero cayeron eliminados ante el Racing de Ferrol. No obstante, los hombres de Natxo González, volvieron a recuperar la ilusión por un sueño que, esta vez sí, conseguirían alcanzar.
La temporada del ascenso en sí fue un recital futbolístico de los reusenses, que tan solo perdieron siete encuentros de los 38 disputados. No obstante, no es oro todo lo que reluce, y este Reus no es una excepción. El 18 de febrero de ese mismo 2016, la plantilla completa compareció en rueda de prensa para denunciar el impago de tres nóminas por parte del club, que también afectaba a los trabajadores del mismo equipo. El equipo mantuvo el alto rendimiento pese a la inseguridad de la viabilidad del proyecto, y a finales de abril el CF Reus liquidó todas las deudas que arrastraba, hecho que repercutió en el equipo que aumentó aún más su rendimiento, encarando así el ilusionante tramo final de temporada sin complicaciones extradeportivas.
No obstante, el cuadro ganxet encaró la última jornada segundo en la clasificación y con la necesidad de alcanzar el liderato para acceder al playoff de los campeones de Segunda B. En aquel histórico partido en Cornellà, el cuadro ganxet venció con un agónico gol fantasma de Ricardo Vaz, pero aún necesitaban un pinchazo del Villareal B, que precisamente estaba jugando ante el RCD Espanyol B en aquel mismo instante. Con el partido ya acabado, los “roig-i-negres” fueron informados del pinchazo del filial groguet y festejaron por todo lo alto el acceso al playoff a Segunda División.
Y el desenlace de aquella eliminatoria es bien conocida por todos; asalto al Sardinero en la ida, con un recital futbolístico que anuló al Racing de Santander con goleada incluida (0-3), y acceso a la gloria en la vuelta, con la sentencia de la eliminatoria (1-0) y celebración merecida por las calles de Reus.
La Copa y el Vicente Calderón, una historia inimaginable
El año del ascenso a Segunda División fue una verdadera montaña rusa de emociones para el Reus. En diciembre de 2015, el cuadro ganxet accedió a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey tras eliminar al Lleida con un gol en la prórroga. El rival en la siguiente eliminatoria fue el Atlético de Madrid, un gigante español que acabaría jugando la final de Champions League aquel mismo año. Con la ilusión y la humildad por bandera, el Reus se adelantó en aquella eliminatoria, con un gol de Fran Carbia en el minuto 30. No obstante, el partido de ida acabaría con derrota para el Reus, con remontada colchonera incluida (1-2). Y en el partido de vuelta, pese ofrecer un más que plausible rendimiento, los roig-i-negres volvieron a caer, por la mínima, y en un imponente estadio como el Vicente Calderón.
El primer año en Segunda, un éxito inesperado
La primera temporada en la división de plata del fútbol español se presentaba ilusionante y excitante para una plantilla que había logrado un verdadero sueño a base de sudor, sangre y lágrimas. El reto era ambicioso, pues tenían que demostrar por qué habían quedado primeros en el Grupo III de Segunda B. Y no defraudaron.
La dirección deportiva se puso manos a la obra para renovar un equipo que, pese haber logrado el ascenso, desprendía demasiada veteranía. Sergi Parés desde la dirección deportiva, y Natxo González en el banquillo, decidieron dar aires nuevos a la plantilla, y empezaron por rescindir el contrato del capitán, Álex Colorado, tres zagueros importantes, Dinis Almeida, Ismael Moyano y Cassamá, junto con otros ocho futbolistas, entre los cuales destacaba Óscar Rico, extremo izquierdo y pieza clave del Reus 2015/16.
En general, el equipo mantuvo el principal bloque de futbolistas, con titularísimos que aún persisten en el conjunto roig-i-negre. No obstante, la dirección deportiva incorporó a un total de catorce futbolistas que aumentaron considerablemente el nivel del equipo. Entre ellos, jugadores que muy pronto se hicieron con la titularidad del equipo, como Pichu Atienza, Jorge Miramón, David Querol o Máyor.
El primer triunfo de los hombres de Natxo González no tardó en llegar, y en la primera jornada liguera, tras un partido irregular en Son Moix, ante el RCD Mallorca, lograron llevarse los tres puntos con un golazo de Alberto Benito en el último minuto, alcanzando así un logro inimaginable meses atrás.
Los meses pasarían y los roig-i-negres no dejarían a nadie indiferente. Con un fútbol vistoso, caracterizado por un magnífico trato del balón y una calidad indiscutible, el Reus ocupó los puestos de playoff a Primera División durante las 19 primeras jornadas, llegando a estar en ascenso directo durante dos semanas consecutivas.
A partir de la vigésima jornada, aflojaron el ritmo, y acechados por la sequía goleadora cayeron hasta mitad de la tabla, alejándose así del sueño utópico del playoff. No obstante, en ningún momento verían peligrar la permanencia, que alcanzaron en la trigesimonovena jornada con la victoria ante el Sevilla Atlético (2-1). Y como recuerdo, la impensable gesta de ganar los dos primeros derbis tarraconenses desde que tanto Nàstic como Reus militan en Segunda División. El primero, con el 1-0 de la quinta jornada, y el segundo, con el agónico gol de Máyor en el último minuto de partido que permitiría a los roig-i-negres asaltar el estadio de su eterno rival medio siglo después (0-1).
Los hombres de Natxo González cerraron un año magnífico en la undécima posición de la tabla. Como nota negativa, el equipo perdería a su técnico y a tres futbolistas titulares, que abandonaron el club para unirse a proyectos aún más ambiciosos (Natxo González, Benito y Ángel Martínez al Zaragoza, Ramón Folch al Oviedo). Los roig-i-negres también perdieron a otro futbolista titular, López Garai, que colgó las botas para pasar a entrenar al equipo, ocupando la vacante de Natxo González.
El reto era mayúsculo, un entrenador inexperto con el objetivo de volver a lograr la permanencia en una liga tan exigente como LaLiga 1|2|3. Hasta la fecha, buenos resultados para el Reus de López Garai, que aunque arrastra una importante sequía goleadora se mantiene decimocuarto en esta Segunda División, con el sueño de la permanencia todavía intacto.
