Un discreto Pablo Íñiguez, tras tener mala suerte con las lesiones y disponer de pocas oportunidades a las órdenes de Míchel, abandonaba el Rayo Vallecano al final de la temporada 2016/2017, para volver al club al que pertenecía, el Villarreal. Pero su destino para la actual campaña se encontró en el Reus Deportiu, donde actualmente no goza de su mejor momento deportivo. De su etapa en el Rayo y de su presente, habló con Unión Rayo.
Repaso a su pasado y a su presente
El central no tuvo más que alabanzas hacia su exequipo: "Durante toda la temporada han tenido un nivel alto, pero desde la vuelta de vacaciones de Navidad el equipo es otro. Es el mejor equipo de la categoría. Y la dificultad es aún mayor en Vallecas. La gente arropa mucho al equipo y eso les da una motivación extra. Será muy duro". Haciendo hincapié en que la afición vallecana es clave, a quien agradeció toda la fuerza que le transmitieron en sus peores momentos y también a toda aquella gente que creyó en él.
Precisamente se le cuestionó su existió alguna posibilidad de continuar en el equipo de la Avenida de la Albufera, en vista de los problemas de Míchel para armar la retaguardia de su equipo: "Hubiera estado encantado de continuar en el Rayo, porque me parece un club de Primera División y es por lo que está peleando. No tuve noticias del Rayo. Son decisiones que se toman en el fútbol y hay que asumirlas". Afirmaba con contudencia, pero sin rencor. Apuntó: "Lo entiendo perfectamente, porque mi temporada no fue buena. Jugué muy pocos partidos y el Rayo es un club muy ambicioso que este año quería ser un firme candidato al ascenso. No creo que quisieran hacer experimentos. Optaron por otras soluciones y hay que respetarlo".
Pero en su actual club tampoco goza de la total confianza de López Garai, y ante esta situación Íñiguez se encuentra tranquilo, con ganas de dar lo máximo posible cuando tenga oportunidad: "No estoy entrando en convocatorias, en ese aspecto no muy contento. Pero cuando he podido competir, creo que he dado buen nivel y ahora trabajando para intentar hacer un buen final y el mister vuelva a contar conmigo".
Uno de los más queridos en Vallecas durante la temporada anterior, tuvo que ver cómo su equipo caía -sin bajar los brazos en ningún momento- debido a los tres goles que les encajó Raúl de Tomás, haciendo inservibles los dos anotados por los visitantes. No pudo disfrutarlo desde el césped, pero con el corazón dividido por todo lo vivido en Vallecas, va a seguirse preparando para dar lo máximo en el Reus, equipo que, cuando se enfunda su elástica, le hace volver a disfrutar del fútbol después de tanto sufrimiento.