La visita al Estadio El Molinón-Enrique Castro Quini es sin duda uno de los desplazamientos más complicados de la categoría al que los equipos deben enfrentarse. Y consciente de ello era el Rayo, que viajaba a Gijón con la intención de obtener algo positivo de este difícil partido, a poder ser la victoria, para de esa forma prolongar su buena racha de resultados y a ser posible mantener el recién estrenado liderato una jornada más.
Los franjirrojos afrontaban el encuentro con una baja sensible, la de un hombre indiscutible en el 11 inicial habitual de Michel. El jugador en cuestión se trataba de Fran Beltrán que, debido a estar concentrado con la Selección Española Sub-19 para la disputa de la fase clasificatoria para el europeo del próximo año, no podía ayudar a sus compañeros en la laboriosa tarea de detener al Sporting de Gijón. Para tratar de remediar esta circunstancia, el entrenador madrileño alinearía a su recambio habitual, Elustondo, además de introducir la novedad del atacante Bebé.
El Sporting deseaba extender su buena racha tras derrotar de forma contundente al hasta la pasada jornada líder de la categoría, el Huesca, con la dificultad de hacerlo en su estadio. Actuando como locales los gijoneses encadenaban varios partidos sin perder además de la circunstancia de sin encajar gol por lo que el Rayo quería convertirse en el equipo que rompiera estas dos rachas positivas.
Durante la primera parte ambos equipos se mostraron un poco contenidos en ataque, prevaleciendo el orden defensivo frente a los ataques. Los asturianos hicieron valer su condición de local para tratar de imponer el ritmo del partido y dominar a los rayistas, aunque los ataques por parte de ambos equipos no se producían con la frecuencia deseada pues ambas escuadras se encontraban muy bien posicionadas en el terreno de juego, ordenados y juntos en la faceta defensiva. El hecho es que sí hubo alguna oportunidad digna de mención. Por parte visitante los disparos lejanos de Unai López y Bebé, el primero de los cuales se marchó cerca del palo de la portería de Mariño mientras el segundo era desviado tras una buena parada por el propio guardameta local. El Sporting tuvo un lanzamiento de falta que golpeó en el larguero de la portería visitante, así como un disparo desde la altura del punto de penalti, pero escorado hacia una banda que fue detenido por nuestro protagonista, Alberto García, al carecer dicho lanzamiento de mucha potencia si bien es verdad que iba un tanto ajustado.
El segundo tiempo comenzó con intenciones diferentes. El Rayo quería hacerse con el control del balón arrebatándoselo al Sporting para, de esta forma, llegar de forma más fácil a la portería de Mariño. Fruto de esta actitud los madrileños iban a gozar de la ocasión más clara hasta el momento. Tras una jugada trabada en el área pequeña local después de un lanzamiento de córner el balón llegaba a Raúl de Tomás que disparaba a portería, pero su lanzamiento golpeaba en el brazo de un defensor sportinguista. Los franjirrojos, inmediatamente, reclamaron el penalti, aunque el árbitro no se decidió por pitarlo. Pasado esta circunstancia, el Sporting lograba adelantarse en el marcador gracias al gol en propia portería de Elustondo. Desde ese momento los visitantes hicieron todo lo para igualar el marcador, pero sus intentos no dieron resultados. La esperanza madrileña duró hasta el final del partido gracias en gran parte a la destacada actuación del cancerbero rayista Alberto García. El portero barcelonés desbarataba dos claras ocasiones del delantero local, primero en un mano a mano y después tras en ajustado cabezazo.
Finalmente, los tres puntos se quedaron en Gijón pese a las ganas y los intentos desesperados madrileños.
El respeto mostrado por ambos equipos dificultó que algún jugador en particular destacara por encima del conjunto de ambos equipos pues el trabajo colectivo prevaleció por encima de todo, siendo grande el esfuerzo defensivo de todos los jugadores. A pesar de este juego cauto las ocasiones acabaron llegando posibilitando realizar su trabajo de forma destacada a los guardametas. Y entre ellos Alberto García, que regresaba a la que en un pasado fue su casa y que mantuvo vivas las esperanzas madrileñas gracias a sus buenas intervenciones evitando algunos goles. Esta actuación fue reconocida por los propios aficionados rayistas que consideraron a Alberto ''MVP'' del conjunto madrileño en la encuesta realizada en Twitter por delante de sus compañeros Unai López, Álex Moreno y Óscar Trejo.