Seis motivos por los que el UCAM no disputaría el playoff de ascenso

El equipo universitario, sexto clasificado del Grupo IV, no lleva precisamente la dinámica precisa para acabar en posiciones de privilegio.

Seis motivos por los que el UCAM no disputaría el playoff de ascenso
La dirección técnica del club en la última gala organizada por el UCAM Business Club. Foto: UCAM Murcia.
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Por Alejandro Ruiz Cutillas

El equipo universitario se sitúa sexto en la tabla tras la debacle de El Ejido y ya se ha distanciado en cinco puntos del último puesto que da derecho a luchar por el ascenso, el objetivo marcado a principios de temporada. La mala dinámica, un técnico sin experiencia en Segunda B, una plantilla descompensada y que en cuatro de los últimos siete partidos jugará como visitante, son algunas de las razones que indican que el conjunto murciano lo tiene complicado para terminar entre los cuatro primeros.

Casi cuatro meses sin ganar fuera de casa

La última vez que el conjunto universitario salió victorioso lejos de La Condomina fue a principios del mes de diciembre, en su visita al estadio Municipal de Marbella, donde con dos goles de cabeza de Jony Ñíguez, el cual se marchó al Elche en el mercado invernal, consiguió tres puntos importantes para empezar a darle estabilidad al UCAM que por aquel entonces dirigía José Miguel Campos recién estrenado en el banquillo tras la destitución de Planagumá. Con la entrada del nuevo año, cayó con estrépito en Las Palmas, Cartagena, Lorca y El Ejido y rescató un punto milagroso de Badajoz y Écija.

Lo peor para el conjunto murciano es que el calendario tampoco le sonríe, ya que de los siete partidos que restan para la finalización de la liga cuatro los tendrá que disputar a domicilio, visitando a Extremadura, Villanovense, Córdoba B y San Fernando. Atendiendo a los precedentes, se hace complicado pensar que el UCAM consiga obtener los tres puntos en estos complicados feudos, los dos primeros consecutivos y frente a contrincantes que luchan por el mismo objetivo.

Recibe a dos rivales directos

En cambio, en casa tan solo restan tres encuentros, dos de ellos frente al Melilla, el próximo fin de semana, y el Marbella, quinto y segundo respectivamente, dos rivales directos por el play off de ascenso al que ahora mismo los de Luis Casas no dan sensación de poder derrotar, ni siquiera cogiendo como base la única victoria en su haber, por la mínima frente al Recreativo de Huelva. La realidad muestra que el UCAM como local tampoco ha logrado ganar a ningún equipo de la zona noble de la tabla, empatando frente al Real Murcia y perdiendo con Cartagena y Extremadura

Números de descenso

Los universitarios están arrastrándo una malísima dinámica desde que comenzó 2018, que coincide con el arranque de la segunda vuelta del campeonato. De los 36 puntos que se han puesto en juego desde el mes de enero el UCAM tan solo ha conseguido 13, es decir, cinco puntos menos de la mitad. Estos registros son más propios de un equipo que lucha por no bajar que de uno obligado a disputar la promoción de ascenso.

Fragilidad defensiva y delanteros con la pólvora mojada

Estos son los dos males principales que está acusando el conjunto murciano. Encaja con regularidad (solo en dos jornadas se ha quedado con la portería a cero) y tiene serios problemas para ver puerta (hasta en cinco jornadas no ha marcado), haciendo que esto repercuta notablemente a la hora de conseguir victorias. En el segundo tramo de la liga ha visto como los rivales han anotado 15 goles, mientras que solo han podido marcar 11, la mayoría de Marc Fernández, futbolista que, sin ser delantero, ha mantenido al conjunto de la capital del Segura vivo en la lucha por el play off. Esto constrasta con la sequía goleadora que están viviendo Onwu y Gerard Oliva, dos apuestas atacantes del mercado invernal que no están cumpliendo con las expectativas, ya que no han logrado estrenarse todavía con la casaca azuldorada. 

Plantilla descompensada 

Tras los cambios invernales, el UCAM vio reducidos sus efectivos en la zona defensiva después de la salida de Rafa Páez, en teoría el tercer central por detrás de Fran y Dani Pérez. Y en lugar de firmar un nuevo central, ya que el canterano Javi Fernández es un debutante y no ofrece las garantías que exige un equipo aspirante al play off, desde la entidad optaron por la incorporación de Fran Grima, un lateral diestro procedente del Mallorca, el cual lucharía por el puesto con Carlos Moreno, el lateral titular, hasta el momento, que supuestamente haría las veces de central siempre que Fran o Dani Pérez, los fijos, no estuvieran disponibles. Pues bien, de los ocho partidos que ya se han disputado tras el cierre del mercado, en tan solo tres han coincidido sobre el verde el cántabro y el sevillano, dándole, tanto Campos como Casas, la alternativa a Javi Fernández ante cualquier imprevisto.

Pero la situación más inverosímil se ha producido en las dos últimas jornadas, en las que Fran Pérez no ha podido ser de la partida (primero por sanción y después por lesión) en su lugar volvió a entrar el canterano, y los dos laterales vieron los encuentros desde el banquillo mientras que Johan, otro canterano, se hacía con la titularidad. Al mismo tiempo que dos laterales que ocupan ficha sénior estaban relegados a la suplencia, el centro del campo, como durante toda la campaña, se encontraba huérfano de inventiva. 

Técnico sin experiencia

Después de las destituciones de Planagumá y Campos, la cúpula del club universitario decidió depositar su confianza en Luis Casas, hasta ese momento segundo entrenador de ambos técnicos. El de Almería había realizado tareas de scouting en Primera y Segunda formando parte del Real Murcia y del Elche, donde también llevó a cabo funciones de segundo entrenador. Por lo tanto, era su primer periplo al frente de los banquillos y, por tanto, también en Segunda B. En cuatro partidos no ha conseguido implantar un estilo de juego convincente y, lo más importante, solo ha cosechado una victoria, lo que ha alejado al equipo en cinco puntos, la máxima diferencia de la temporada, del play off. Ahora, llega el turno de Pedro Munitis, un técnico con una gran experiencia como jugador, pero con tan solo dos banquillos en su haber: el de la Ponferradina y el del Racing.