El Promesas, una estación más en el vía crucis fuenlabreño

Empate sin goles y reparto de puntos en el Fernando Torres. Ambos conjuntos continúan con sus respectivas rachas: el Fuenla nueve partidos sin ganar y los pucelanos los mismos sin conocer la derrota. Un punto que sabe a derrota a los de Calderón tras el juego desplegado.

El Promesas, una estación más en el vía crucis fuenlabreño
El Fuenlabrada estuvo negado de cara a porteria y acabo sufriendo para retener el punto. | cffuenlabrada.es
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Por Álex Ricoller

Semana Santa. Viernes Santo. Doce y media de la mañana. A quien le preguntes te dirá que son sinónimo de vacaciones, de pueblo, de procesiones, de playa...y, efectivamente, no son tres momentos que inspiren para jugar al fútbol. Tampoco lo fue para los azulones, que volvían al Fernando Torres seis días después de la derrota (0-2) que le infringía el Toledo, y con la voluntad (y obligatoriedad) de dar la cara ante los suyos y comenzar a sumar de tres en tres para no salir de los puestos de playoff.

Lo había advertido Calderón en la previa, “el equipo tiene hambre de victoria. Trabajamos duro para conseguir una victoria y romper esta mala racha”. Al final, y pese a que el juego no fue el problema, lo que pudo ser, no fue. Las cuentas comienzan a no salir, por el retrovisor se empieza a ver más cerca a un buen puñado de rivales que no estaban invitados a la fiesta, y los 90 minutos en el Torres fueron una penitencia total a pesar del buen juego.

El Fuenla, un 'Quero y no puedo'

El menudo jugador madrileño fue el protagonista del partido. Juan Quero la pidió, la rompió, la regaló a sus compañeros con centros desde su rinconcito en la izquierda, pero... fue un oasis en medio del desierto. El apagón en la definición fuenlabreña comienza a ser más que preocupante.

9 puntos sobre los últimos 33 posibles no son cifras de campeón, y comienzan a no ser suficientes para asegurarse un puesto entre los cuatro primeros

El noveno partido consecutivo sin ganar está haciendo de este primer trimestre del 2018 algo completamente inesperado para la parroquia fuenlabreña. 9 puntos sobre los últimos 33 posibles no son cifras de campeón, y pese a las rentas, comienzan a no ser suficientes para asegurarse un puesto entre los cuatro primeros. El trabajo y el esfuerzo del equipo no se cuestionan, pero falta dar con la tecla para que la máquina vuelva a estar engrasada, y cuanto antes se consiga, mejor.

Buenas intenciones desde el arranque

El Fuenla mostró desde el pitido inicial cual iba a ser su actitud durante los 90 minutos. De hecho su primera ocasión fue un zurdazo de Marrero desde campo propio, que salió muy desviado por línea de fondo. No tenía mucho sentido, pero buscó sorprender a un Dennis que jugaba bastante alejado del arco.

Esas prisas y ansiedad son un fiel reflejo de lo que le pasa a este Fuenlabrada. Los mimbres, las ideas, los jugadores y las ganas las tiene. Pero lo que antes igual eran victorias trabajadas e incluso un poco inmerecidas, ahora son empates o derrotas muy muy rigurosas.

Fue mejor el Fuenla en los primeros 45 minutos, pero falló en la definición

La parroquia fuenlabreña, o más bien los pocos que quedaban al sur de Madrid en plena Semana Santa, cantaron un par de “uys" desde la grada en la primera parte. Cristóbal, de cabeza, tuvo la más clara tras un exquisito centro de Quero con el exterior. Se la encontró Dennis.

Sin dudas, fue mejor el Fuenla en los primeros 45 minutos, pero falló en la definición. Cuando no era un inoperante Randy, lo era un participativo Dioni pero que no fue su día. Ni Cristóbal ni Gullón, que estaba en todas partes, acertaron a ver puerta.

Segundo tiempo, calco del primero

Tras el paso por vestuarios, más de lo mismo. El Promesas no quería el balón, tampoco la iniciativa, pero si se les dejabas llegaban al área y lo hacían con peligro.

A cada oportunidad local, le sucedía casi siempre una visitante. Gullón la tuvo tras la reanudación. Tras varios remates dentro del área, el medio madrileño logró colarla bajo las piernas del meta asturiano. El balón entraba llorando en el arco castellano, pero cuando la Doce Sur se levantaba gritando el gol, apareció desde atrás como un rayo el lateral Apa para sacarla desde la misma línea de gol.

Acto seguido, Carlos Caballero tuvo la suya propia, tampoco entró. En la contra vallisoletana, Gullón (quien cuajó un gran debut con la casaca azul) tapó el hueco que había dejado Fran García ofreciendo un clínic de cómo debe replegarse un equipo para desarmar un posible contraataque del rival.

El ataque de los de Rivera murió en una falta en el flanco derecho. De esa falta llegó precisamente otro nuevo aviso de los visitantes. El 1-0 estaba, por momentos, tan cerca como el 0-1.

El Fuenla no aprovechó sus minutos de inspiración

En el 66 Randy cayó dentro del área y reclamó penalty, pero el auxiliar estaba muy cerca y no picó. Poco después Moi se la quitó de nuevo al francés en el segundo palo en otro centro magistral de Quero.

El partido no se decidía y ambos técnicos decidieron tirar de banquillo para invertir la situación. Becerra, que vio la amarilla en un rifirrafe con Marrero -que también fue apercibido- dejó su sitio a Alvarado a veinte minutos del final. Randy, acto seguido, hizo lo propio con Arruabarrena, que volvía tras lesión.

Calderón tenía en la banda a Yaw y Bravo calentando, pero el partido moriría sin que hiciera más cambios

El punta tolosarra fue amonestado a los pocos minutos de entrar tras una falta en el medio del campo. Sus protestas airadas al colegiado extremeño se debían a que apenas un minuto antes, una fea entrada sobre Cristóbal, que salió lesionado poco después, se saldó sin ni siquiera señalarse falta. Por el ’10’ Calderón ingresó a Vicente que tuvo que actuar a pierna cambiada y que poco mostró.

El pichichi, cegado de cara al gol

Dioni Villalba, impotente en la recta final del partido, tuvo la más clara a diez minutos del final, cuando recortó hasta en dos ocasiones dentro del área y se sacó un disparo con la zurda que se marchó lamiendo el poste izquierdo de Dennis.

La grada se comenzó a impacientar. El run run se tradujo en autopresión del conjunto fuenlabreño, que quería marcar a toda costa. Marrero, Cata y Gullón protagonistas con sus oportunidades en ataque, eran un muro infranqueable para el equipo castellano también en defensa, que seguía disfrutando de sus mejores ocasiones a balón parado.

Quero, mientras tanto, no se daba por vencido y seguía a lo suyo, poniendo bombas desde la izquierda que ni Arruabarena, ni Dioni ni Carlos Caballero eran capaces de aprovechar. De hecho, Mayoral cortó una salida del vallecano, tras un córner en contra, que pese a estar saliendo del área propia, ya olía a peligro .

Mejor un punto que ninguno

La ansiedad de los azulones era palpable, y Calderón temió perder un punto que a final de temporada puede significar seguir soñando o pesadilla. Desde la banda pidió tranquilidad ante los suyos para que acabaran el partido con inteligencia y no arriesgaran en los pase.

Velasquez derribó a Dioni en la frontal en el 82, amarilla. Se la pidio Quero. El Cata visualizaba el testarazo, pero entre Arruabarena y el linier le despertaron del sueño. El asedio era continuo y todo hacía indicar que si el gol no llegaba, al menos el partido terminaría en las manos de Dennis.

El Fuenla acabó el partido siendo todo prisas, ansiedad y más corazón que cabeza

Los últimos diez minutos fueron un reflejo de los objetivos de uno y otro. El Valladolid conformándose, ralentizando el juego, perdiendo tiempo y haciendo buenísimo un punto en casa de uno de los favoritos. Sumando una jornada más sin conocer la derrota. El Fuenla sin embargo, todo prisas, ansiedad y más corazón que cabeza.

Cambio de guión

Cuando el cuarto árbitro levantaba el cartelón con los tres de añadido, el Valladolid, de nuevo a balón parado, la tuvo en una doble ocasión dentro del área que Pol desbarató no sin problemas. La última del Fuenla sería a la inversa, centro de Carlos Caballero desde la derecha y control de Quero dentro del área que se marchó desviado.

El Fuenlabrada casi acabó pidiendo la hora ante el empuje final pucelano

Tras ella, el guión cambió y los pucelanos tuvieron varias oportunidades seguidas de llevarse los tres puntos. La más clara tras una pérdida de Juanma Marrero en el centro del campo que ni Cata ni el propio defensa canario pudieron arreglar. Domínguez la tuvo, pero de nuevo Pol se erigió como salvador del equipo (ya desbarató un cabezazo a Becerra en la primera parte y desvió un tiro de Becerra al palo).

El partido, contra todo pronóstico acabó en área del local con los fuenlabreños defendiéndose como un gato panza arriba, pidiendo la hora y resoplando por el punto conseguido al escuchar el silbato del colegiado.

Punto malo e insuficiente

El conjunto madrileño disfruto de más posesión, más ocasiones y mejor fútbol, pero a este deporte se gana marcando al menos un gol más que el rival. Pese al buen partido de Quero, Gullón o Dioni, el Fuenlabrada se marchaba con la sensación de que todo el esfuerzo fue insuficiente.

La imagen del equipo azulón no fue mala, con buena presión, buenas tirangulaciones, buenísima banda izquierda, pero un atasco considerable en los metros finales que castigan demasiado a un Fuenla que sigue en caída libre y al que el técnico andaluz no consigue desatascar. La dinámica ha cambiado respecto a 2017, pero no se puede achacar todo a la pérdida de un sólo jugador.

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Sobre el autor
Álex Ricoller
Me gustan los nuevos retos. Aterricé hace poco en VAVEL, tras aprender y formarme en ABC Punto Radio, Onda Cero Granada, TG7 Granada, MARCA, KissFM, Radio Las Águilas y OndaFuenlabrada entre muchos otros lugares. Puedo decir que aunque lleve poco tiempo, ya estoy contagiado de este gen. Es algo especial, diferente... Las cosas se pueden cambiar siempre. Sólo hacen falta 3 palabras: AMBICiÓN, ILUSIÓN y CALIDAD. Siguiendo la actualidad del Baloncesto Fuenlabrada, y redactor en las secciones de Atlético de Madrid y Granada CF. Puedes seguirme y contactarme en Twitter en @alexricoller