Un punto y final. La posibilidad de terminar el curso en abril. Dos bagajes radicalmente opuestos. Los focos volverán a iluminar Riazor en una noche que puede separar de manera irreparable los caminos de Deportivo de La Coruña y Barcelona. El desenlace de toda historia deja siempre sensaciones, aunque no por ello deben ser compartidas. Una Liga deja vencedores y vencidos, festejos y lloros, alegrías y enfados, y todas estas emociones pueden darse cita en A Coruña, en medio de un estadio que ha padecido hasta la saciedad la inoperancia de un equipo que poco a poco se marchita.
Este 29 de abril puede quedar grabado en la memoria tanto de deportivistas como de barcelonistas. El caprichoso destino ha querido cruzar en esta jornada 35 de LaLiga el drama de un descenso prácticamente asimilado con el de un título liguero que parece mera cuestión de tiempo.
Optimista o ilusa, la plantilla herculina no quiere arrojar la toalla hasta que las probabilidades de salvación sean nulas por completo. Solo una victoria puede evitar la caída matemática al infierno de Segunda División de los de Clarence Seedorf. Un resultado heroico frente al actual líder liguero que, aun dándose, tiene visos de prolongar la agonía durante las otras tres jornadas del campeonato que restarían.
Del lado azulgrana, el hecho de cerrar la jornada dominical puede favorecer incluso a que el club salte al terreno de juego ya con el trofeo de campeón en el bolsillo. Pero de no producirse los pinchazos de Atlético y Real Madrid, a los de Ernesto Valverde les bastaría con solamente un punto para la gloria definitiva. En esta situación, la fiesta podría colarse en un escenario para pocos humos en el que todo hace prever que la grada tendrá mucho que decir tras un curso bochornoso.
El Dépor, a juicio
Cuando ni los resultados propios ni los de los rivales directos acompañan, las matemáticas te dan la espalda. Con 12 puntos en juego (los mismos que separan al Dépor del decimoséptimo puesto), el cuadro herculino cuenta las horas para despedirse de un último periplo en la máxima categoría del fútbol español que tiene casi todas las papeletas de terminar después de cuatro años.
La única opción de huir de la quema pasa por hacer pleno de victorias en las cuatro últimas jornadas y además esperar el descalabro completo en este tiempo de Athletic, Espanyol, Leganés o Levante. Los tres triunfos granotas consecutivos han tornado en pocos días la ilusión en un golpazo de realidad que ha dejado prácticamente sentenciada la zona baja. A pesar de este futuro, futbolistas y cuerpo técnico del conjunto blanquiazul han avistado su futuro como difícil, pero no imposible.
Quien no comparte esta posición es la parroquia deportivista, que este domingo recibirá a los suyos después de haber mostrado su descontento tras el último encuentro en Leganés. Mientras el tercer descenso en la presente década se lleva masticando varios días, las circunstancias guardan pocas similitudes con las anteriores. Y es que después de adentrar a los suyos al túnel de vestuarios entre aplausos en los varapalos de 2011 y 2013, la paciencia de la grada se ha visto sobrepasada por un juego inerte que ha ridiculizado la imagen de una de las entidades del fútbol español que más alto han llegado. El cómo se ha dado la campaña duele más que el qué consecuencias deportivas acarrea.
Después de haber encontrado un esquema que al fin le ha llevado a sumar puntos, Clarence Seedorf apunta a que repetirá su rombo en medio campo. Sin embargo, los nombres de los titulares pueden variar en función de la recuperación de varios jugadores con molestias en los últimos días y recuperados recientemente de lesión. Muntari, Adrián y Mosquera estarán de nuevo a disposición del míster para una convocatoria en la que están aseguradas las bajas de Sidnei y Bóveda.
Iniesta le roba protagonismo a los títulos
El Barça saltará al césped de Riazor entre el pasillo que el conjunto local le tendrá preparado por la Copa del Rey alzada el pasado fin de semana, en una jornada idílica también para sumar una nueva Liga a sus vitrinas. A un punto del éxito, los culés se apresuran para firmar cuanto antes un doblete que enmascare la decepción producida tras la eliminación en los cuartos de final de la Champions League.
Quizás esa sea la razón por la que los galardones barcelonistas no están tomándose con excesivo ímpetu. La celebración del torneo nacional del KO ha sido de las más light que se recuerdan, y en esta ocasión ha sido Andrés Iniesta quien está acaparando todos los focos, al menos en la previa.
El de Fuentealbilla, ídolo y referente tanto del Barcelona como de la selección española, anunció este viernes que había tomado la decisión de salir de la disciplina catalana una vez concluido el curso. La noticia, pese a ser prevista, hará que las cámaras busquen con asiduidad al ‘8’ en su primer encuentro después de notificar que emprenderá una nueva aventura lejos de Europa. Aclamado en la mayoría de feudos de España, el recibimiento que le harán los aficionados herculinos al hombre que les hizo campeones del mundo tampoco será indiferente.
Para el que puede ser el último partido de la temporada azulgrana con algo en juego, Ernesto Valverde dispone solamente de la baja de Sergi Roberto por su expulsión en Vigo. Por esta razón, los visitantes viajan sin la necesidad de realizar cambios en su alineación habitual y con la opción más que probable de que sus internacionales empiecen ya a cuidarse de cara al Mundial de Rusia.
El espíritu de Bergantiños
En los últimos años, el Deportivo ha compaginado machadas con goleadas en contra cada vez que se ha citado con el Barcelona. No obstante, los partidos de buen recuerdo para el deportivismo en estos casos han tenido un nombre propio que no estará: Álex Bergantiños. El actual centrocampista del Sporting de Gijón, pese a propagarse poco en las inmediaciones de las áreas contrarias, ha marcado el camino a los coruñeses con puro corazón, el que le permitió anotar para ser decisivo en el milagro del Camp Nou en 2015 y en el triunfo por 2-1 del curso pasado que dio un impulso vital hacia el objetivo.
Sin embargo, el precedente más reciente en suelo gallego resulta una excepción, ya que ha sido la única ocasión de las últimas cinco visitas culés en la que los locales han conseguido rascar algún punto.
| Temporada | Jornada | Fecha | Local | Resultado | Visitante |
|---|---|---|---|---|---|
| 2016/2017 | 27 | 12/03/2017 | Deportivo | 2-1 | Barcelona |
| 2015/2016 | 34 | 20/04/2016 | Deportivo | 0-8 | Barcelona |
| 2014/2015 | 19 | 18/01/2015 | Deportivo | 0-4 | Barcelona |
| 2012/2013 | 8 | 20/10/2012 | Deportivo | 4-5 | Barcelona |
| 2010/2011 | 18 | 08/01/2011 | Deportivo | 0-4 | Barcelona |
De Burgos Bengoetxea al silbato
Malos augurios para los locales si se tiene en cuenta la presente campaña de Ricardo de Burgos Bengoetxea. Ante otro club catalán, el Espanyol, el vasco ha dirigido su único encuentro al Deportivo en esta Liga en una mañana aciaga que se saldó con un contundente 4-1 contra los coruñeses. Dinámica opuesta para el Barça, que cuenta sus dos duelos bajo el silbato del bilbaíno por victorias (0-2 ante el Villarreal y 3-1 contra el Leganés).