Cualquier zaragocista, y mucho más en la situación que estamos, recuerda con añoranza aquella época hace poco más de un decenio cuando su equipo se codeaba con los más grandes de España y en ocasiones puntuales con los de Europa. Jugadores zaragozanos y zaragocistas que lo daban todo por el escudo porque sabían lo que era sentir el Zaragoza. Lo habían mamado.

Pues bien, uno de aquellos zaragozanos y zaragocistas que salió de la cantera en esa época fue Chus Herrero. El central llegó al club referencia en el fútbol base aragonés con tan solo once años. Tras pasar por todas las categorías inferiores del club maño, Chus empieza la temporada 2003-04 el CD Universidad de Zaragoza (Zaragoza C). Tras una buena campaña, el zaragozano sube al Zaragoza B para disputar la siguiente y media de la posterior (2004-06). En esta segunda temporada en el ‘B’, Chus juega a caballo entre el primer equipo y el filial.

En el verano de 2006, el canterano hace la pretemporada con el primer equipo, lo que suponía que iba  a formar parte de las filas del mismo toda la campaña. Un año en el que el joven futbolista iba a disfrutar de lo lindo, pese a no jugar mucho, con el Zaragoza clasificado para la Copa de la UEFA. Sin embargo, la temporada siguiente (2007-08) iba  a vivir la cruda realidad del fútbol, descendiendo a Segunda División con su Real Zaragoza. Lejos de abandonar, peleó como buen aragonés hasta dejar al conjunto maño en Primera División tras solo una temporada en la categoría de plata.

Por eso los nombraba antes la nostalgia que debe de sentir cualquier zaragocista al escuchar el nombre de Chus Herrero; un hombre que luchó hasta llegar al primer equipo y que, en los momentos más difíciles y lejos de abandonar, se entregó al máximo por su club hasta devolverlo hasta donde se merecía pese a las críticas. Ya saben, aquí en Zaragoza somos muy de criticar al de casa a la mínima y mucho más si es joven.

Tras esta magnífica temporada, Marcelino García Toral decide prescindir del central maño y se lo hace saber a través de Antonio Prieto. Este es el trato que daba el innombrable a los jugadores de casa. Nada más conocer la noticia declaró: “Ha  sido duro. En dos minutos se me ha ido más de media vida. Llegué al Zaragoza con 11 años. Es en el único equipo en el que he jugado desde que dejé de niño el Stadium Venecia. He dado 14 años al club, y me echan en dos minutos. Soy de la cantera. Me duele salir así. No es solo mi caso. Pienso que a los canteranos no se nos trata ni se nos ha tratado bien”.

Después de este mazazo, el joven jugador sale hacia tierras murcianas, donde jugó hasta tres años en el FC Cartagena. En esas tres temporadas (2009-2012), el aragonés está a punto de darles el ascenso a Primera y se convierte en uno de los jugadores más queridos de la grada del Cartagonova.

En el verano de 2012 firma por el Girona, donde disputó dos campañas. Dos temporadas después viaja hasta Valladolid para disputar la temporada 2014-15. Una temporada más tarde vuelve a tierras catalanas, donde disputa la temporada 2015-16 en el Llagostera. Sí, Llagostera. 2015-16. No hace falta recordarlo. Tras esa temporada viaja a Chipre para jugar en el Anorthosis Famagusta. Este mismo verano, Chus sonó para el Real Zaragoza. Finalmente, tuvo que recalar en el Albacete Balompié.

En el conjunto manchego ha disputado un total de 2.374 minutos repartidos en 28 encuentros de los 39 disputados hasta la fecha. En ellos, ha robado un total de 125 pelotas, 7 más que Verdasca y 8 más que Grippo. Además, es el cuarto defensa que más minutos ha disputado de su equipo, solo por detrás de Gafoor, Arroyo y Saveljich.