Los tiempos de pensar en playoffs ya son historia. En la ciudad de Albacete ahora solamente se respira nerviosismo y desesperación. La magia que trajo el fútbol de Enrique Martín al conjunto manchego se ha desvanecido. Aquel equipo que estuvo a punto de lograr su mejor primera vuelta en La Liga 1|2|3 de los últimos 15 años, ahora está dos puntos por encima de la zona de descenso. Decir que las dos jornadas que restan van a ser agónicas, es decir poco.
El reto era difícil, pues el Zaragoza sumaba en su feudo 21 de los últimos 24 puntos, pero el complicado momento del “Alba” exigía al menos puntuar, ya que los demás equipos de abajo (Córdoba, Barça B o Alcorcón) están más fuertes que nunca. Sin embargo, lejos de puntuar, el Albacete volverá a casa con cuatro goles en contra y con una situación muy delicada.
Catástrofe defensiva en la primera parte
El comienzo de los primeros 45 minutos era un adelanto de lo que acabaría siendo el partido. El Albacete se olvidó del balón y se centró en esperar atrás con gran orden al Real Zaragoza. Sin embargo, el resultado ya refleja que no funcionó ni mucho menos.
Los de Natxo González recurrieron a un bonito fútbol de toque, y con paciencia, iban superando las filas de los hombres de Enrique Martín. De esa manera, en el minuto 10 llegaba el primer tanto del encuentro. Papunashvili, tras un buen pase de Borja Iglesias, mandaba el esférico a la escuadra de la portería de Tomeu Nadal, quien no pudo hacer nada ante esa maravilla.
Sorprendentemente, el Albacete aprovechó una jugada aislada para marcar el tanto del empate a través de una individualidad de Roman Zozulia. Los manchegos, sin merecerlo (pues no habían creado absolutamente nada de peligro) habían podido poner las tablas en el marcador. Eso los animó un poco y comenzaron a robar con más frecuencia el balón, aunque la euforia se disipó pronto.
El tanto del pichichi de los manchegos pasaba a ser historia, pues Papunashvili batía nuevamente a Tomeu. Y justo antes del descanso, era Zapater el encargado de aumentar las distancias con respecto al Albacete.
Todo estaba vendido
La segunda parte no tuvo apenas emoción. Cierto es que el Albacete Balompié dio un paso hacia delante intentando buscar la épica, pero el Zaragoza no lo permitió. A pesar de un incisivo Zozulia, el que vería puerta nuevamente sería Papunashvili para firmar su hat-trick.
El Albacete Balompié encadena ya nueve partidos sin vencer: cuatro empates y cinco derrotas
Con un 4-1 a favor del Zaragoza, el partido perdió todo el interés. El Albacete estaba totalmente noqueado, y el Real Zaragoza satisfecho con el resultado. La buena actuación de algunos jugadores del equipo manchego, como Dani Rodríguez o Jon Erice, quedó en un segundo plano tras el bochornoso resultado cosechado.
El público que propiciaba el gran ambiente vivido en La Romareda fue testigo de como los de Enrique Martín se derrumbaban. Por si fuera poco calvario, las pocas ocasiones de las que gozaron los visitantes eran detenidas por Cristian Álvarez, pues el meta del equipo maño realizó un gran partido.
Se avecinan curvas al final del trayecto
Lo que se avistaba como un final de temporada tranquilo en el Carlos Belmonte se ha convertido en un camino plagado de obstáculos. La permanencia parecía un objetivo fácil, pues podía haberse resuelto hace dos meses, pero ahora, al Albacete le quedan dos finales.
Mientras el Zaragoza esté celebrando su entrada en los playoffs de ascenso tras haber superado al Cádiz, los de Enrique Martín recibirán al Barça B para intentar abandonar su mala racha, y sobre todo, para continuar una temporada más en La Liga 1|2|3.