El Real Zaragoza ha vuelto a casa a lo grande. Volvió a demostrar al equipo visitante que La Romareda es algo más que un fortín. El Municipal se ha convertido en un bastión del que no es fácil salir con vida. La comunión entre afición y jugadores roza la perfección y la grada se encarga de insuflar oxígeno y dar alas a los gladiadores de la blanquilla.

El conjunto maño ha sido superior al Albacete, ha desplegado un buen fútbol y la movilidad de los delanteros ha sido la clave del encuentro más allá de la estelar actuación de Giorgi Papunashvili. El Real Zaragoza ha sido tremendamente efectivo en la tarde de hoy y ha dado un puñetazo en la mesa para dejar a un paso la confirmación matemática de su presencia en el playoff de ascenso a Primera División.

Una vez más la afición ha vuelto a anotar el primer gol en el recibimiento a los jugadores. Papu consiguió materializarlo en el minuto diez en una jugada de transición en la que Borja Iglesias y Pombo realizan dos movimientos sublimes que terminan dejando a Papu en la frontal del área con posibilidad de disparo. Cuando Papu dispara es para marcar.

La respuesta del Albacete sin embargo no tardó mucho en llegar. El equipo manchego consiguió plantarse en el área y Zozulya batió a Cristian después de regatear a Mikel González y de dejar atrás a Verdasca cometiendo una falta clara por la cual el ucraniano pidió perdón en la celebración del gol. Pero el Real Zaragoza se remangó, volvió al ring y preparó su mejor golpe. Corría el minuto 27 cuando llegó el segundo gol de Papu en una jugada que pareció del Arsenal de Wenger más que de un equipo de Segunda División. Lasure recibió el balón en tres cuartos y vio el pase a Pombo que tras un movimiento sensacional a la espalda de la defensa, recibió solo en el lateral del área y asistió a Papu para que este terminase con un pase a la red.

La fiesta zaragocista pudo continuar gracias a una excepcional estirada de Cristian Álvarez, que consiguió desviar un disparo ajustado pero flojo de Morillas. Y justo antes de que sonase la campana y los combatientes se marchasen a recibir órdenes e instrucciones de sus comandantes llegó el tercero. Esta vez fue el capitán de la tropa aragonesa el que hizo llegar el esférico a la red rival. Pombo volvió a ver el hueco en la defensa manchega e intentó un pase entre líneas que llegó a un habilitado Zapater previa asistencia involuntaria de Papunashvili.

Ya en la segunda parte el Albacete salió más metido en el encuentro y en busca de la épica. La primera ocasión la tuvo sin embargo Zapater que disparó fuerte desde la frontal con su pierna izquierda pero el cancerbero del equipo manchego desvió a saque de esquina. Pero el Albacete dio señales de vida y Cristian Álvarez fue de nuevo el “ángel de la guarda” –así lo ha definido el propio entrenador del Albacete, Enrique Martín Monreal– y detuvo un muy buen cabezazo de Zozulya.

Papu no quiso hacer esperar a la afición zaragocista y anotó su tercer tanto dando otro pase a la red tras una muy buena acción de Pombo que consiguió ganar el duelo con uno de los defensas del Albacete y terminó asistiendo de manera muy inteligente al georgiano. El partido que ha firmado hoy Jorge Pombo es antológico. Ha dado asistencias, ha realizado movimientos de ruptura y ha conseguido salir victorioso en muchos duelos con los defensas del Albacete. Esa movilidad de Pombo acompañada de la de Borja ha creado los espacios por los que ha conseguido llegar Papunashvili.

Se marchó ovacionado por la grada blanquilla el autor del hat-trick de la tarde para dar entrada a Oliver Buff. También dio descanso Natxo González con el 4-1 a Íñigo Eguaras para que ocupase su lugar Javi Ros. El Albacete también empezó a pensar en el siguiente partido y reservó a algunos jugadores importantes como Zozulya que estaban apercibidos de sanción. El partido poco a poco se fue enfriando aunque el conjunto manchego siguió llevando peligro a la meta zaragocista y Borja Iglesias estuvo a punto de conseguir el quinto tanto del Real Zaragoza, pero en vez de ser egoísta y buscar su gol, trató de asistir a Pombo y este no pudo llegar al esférico.

Terminó el partido y el Real Zaragoza ya piensa en el siguiente rival, el Valladolid, en un partido que puede marcar la temporada de los de Natxo González ya que de ganarlo el equipo aragonés se asegurará matemáticamente disputar el playoff de ascenso. Todo pasará por La Romareda, un escenario que está siendo de ensueño para el Real Zaragoza en esta segunda vuelta.