Emre Çolak ya es historia en el Deportivo de La Coruña. El futbolista turco, pocas semanas después de certificarse el descenso del equipo a la Liga 123, ha encontrado acomodo en las filas del Al Wehda de Arabia Saudí, donde disputará la segunda división del país. Después de la reciente marcha de Florin Andone al Brighton, Çolak es el segundo jugador en tomar la rampa de salida de un Dépor en fase de reconstrucción.
Dos años ha durado la estancia del mediapunta en A Coruña después de incorporarse en el verano de 2016 tras expirar su contrato con el Galatasaray. En este tiempo, el futbolista no ha conseguido la regularidad necesaria para ser un estandarte del conjunto herculino y ha estado alternando semanas de gran protagonismo con otras en las que ha pasado inadvertido, llegando incluso a estar apartado en alguna ocasión por indisciplina.
Y es que la peculiar manera de ser del talentoso jugador turco le ha costado más de un banquillo y más de un toque de atención. Ya en el último mercado invernal, su futuro pendió de un hilo después de ser expulsado de un entrenamiento cuando Cristóbal Parralo estaba al mando del equipo.
Mientras que Çolak siempre manifestó públicamente su compromiso con el club, su falta de entrega en diferentes situaciones ha sido señalada por más de un entrenador. “Entrena a su manera”, comentaba en los últimos meses el entrenador Clarence Seedorf en relación a su figura, sacando de nuevo a la luz el mayor defecto de un virtuoso con la pelota que aparece y desaparece en el campo.
Al zurdo apenas le costó meterse en el bolsillo a una afición entregada con cada destello de calidad, aunque sucedió todo lo contrario con el reconocimiento de los diferentes cuerpos técnicos que han pasado por el cuadro herculino en los dos últimos cursos. No obstante, siempre que ha rendido a su mejor nivel ha dado muestras de ser un hombre diferencial, el de mayor calidad técnica de la plantilla del Deportivo y uno de los pocos superdotados capaces de filtrar asistencias a la delantera.
Tras acudir a la llamada de los famosos petrodólares y tomando la decisión (cuanto menos sorprendente) de recalar en la segunda saudita, el Dépor se despide de uno de los mayores atractivos que pisaron Riazor en los últimos tiempos. Los cinco goles y las once asistencias que firmó en España en este tiempo engrosan su currículum.