Miguel Ángel Sánchez, más conocido como Míchel, es un viejo conocido de la Liga española. Su carrera como jugador fue fructífera, enfocada en la mayor parte de su vida en el equipo de su barrio, el Rayo Vallecano, convirtiéndose en el tercer jugador con más encuentros disputados con la camiseta franjirroja. Después de 20 años como profesional, decidió colgar las botas, sin desviarse del terreno futbolístico; primero como miembro del cuerpo técnico en el Rayo de Paco Jémez y más tarde, como entrenador del Rayo Vallecano Juvenil de División de Honor. Tras la destitución de Baraja en la temporada 2016-2017, Míchel se hizo cargo de un Rayo Vallecano al que ha transformado a su imagen y semejanza, convirtiéndolo en un equipo alegre y vistoso, vigente campeón de Segunda División.

Amante del buen fútbol y de la presión intensa

Creciendo y aprendiendo de la mano de Paco Jémez, Míchel se ha formado como un entrenador que apuesta por el buen juego de su equipo, queriendo mantener la posesión de la pelota y “madurar” el partido hasta llevarlo a su terreno. Con un fútbol además dinámico y vertical, ha sabido sacar el máximo rendimiento de futbolistas como Bebé, Álex Moreno o Adrián Embarba; rápidos y siempre incisivos en las acometidas por las bandas a los equipos rivales. Las rápidas transiciones y la polivalencia que busca siempre en sus jugadores ha resultado clave en más de una ocasión para sacar los partidos adelante.

Semejante al fútbol de su mentor, el juego de Míchel destaca por ser más equilibrado que el de este. El querer tener la posesión de la pelota para controlar el partido y evitar los contrataques del rival y los huecos a la espalda de la defensa, mejorando así los números en defensa de Paco Jémez con el Rayo Vallecano, donde no destacaba en esta faceta del juego.

Incisivo, vivo y dinámico; podrían expresar a la perfección el juego que siempre ha querido ofrecer Míchel sobre el terreno de juego, sin encerrarse atrás, aun considerándose un equipo pequeño, y haciendo valer los puntos fuertes de su equipo. Además, destaca por ser un fútbol ofensivo, donde la temporada pasada dejó 67 tantos en 42 encuentros de Liga, siendo el segundo equipo más goleador de la competición doméstica, solamente por detrás del Valladolid del pichichi Jaime Mata.

Esta temporada se enfrenta a otro reto más en este apartado y es que, tras la finalización de la cesión de su máximo artillero la temporada pasada en Segunda, Raúl de Tomás, deberá reconstruir el equipo para poder garantizar igualmente una gran cantidad de goles que garanticen la permanencia en Primera División.

Michel se abraza eufórico celebrando el ascenso del Rayo | Fotografía: Rayo Vallecano
Michel se abraza eufórico celebrando el ascenso del Rayo | Fotografía: Rayo Vallecano

Números que asustan de un Míchel con hambre de éxitos

El buen juego y la pegada no es nada sin los resultados, sino que se lo digan al propio Paco Jémez. Donde su Rayo Vallecano llegó a ser uno de los equipos más goleadores de Primera División, no logró alcanzar la permanencia tras un mal bagaje defensivo en la recta final de los partidos. Aspecto por el que se ha preocupado siempre un Míchel al que, tras su temporada y media al cargo del equipo franjirrojo, trabajando mucho este ámbito del juego, acompañan unos números que sorprenden hasta a los más críticos.

El técnico madrileño cuenta en su haber con 59 partidos al cargo del conjunto de Vallecas, en los que ha conseguido la victoria en 28 de ellos, con 17 empates y solamente 14 derrotas; contando así con un promedio global del 47% de porcentaje de victoria. Esto le permite presumir de ser, por el momento, el entrenador con mejor porcentaje de victorias de la historia del Rayo Vallecano, por delante de ilustres como Pepe Mel, con un 45% en 169 partidos; y de José Ramón Sandoval, que cuenta en 99 partidos con un promedio de victorias del 43,5%, situándose así en el tercer puesto del podio.

Además, Míchel tiene el honor de ser el único entrenador en toda la historia del Rayo Vallecano en conseguir levantar un título oficial en categoría absoluta masculina, siendo vigente campeón de LaLiga123, el cual se le había escapado en todos los demás ascensos del equipo.

También cabe destacar al técnico vallecano como la persona con más ascensos de la historia del Rayito con un total de tres como jugador (en las temporadas 1994-1995, 1998-1999 y 2010-2011, donde decidió colgar las botas tras alcanzarlo) y uno como entrenador, en la temporada pasada.

Un hombre récord, leyenda del Rayo Vallecano y hambriento de éxitos, de poder seguir labrando la historia del equipo de su vida con letras de oro. Próximo objetivo: Primera.