Cuando un jugador mítico se retira, suele rendírsele homenaje de cierta forma por parte del club. Ya sea como un premio por su carrera dentro de la institución o como un reconocimiento en el último partido jugado con el equipo, el futbolista se lleva un grato recuerdo de su paso por el mismo. Sin embargo y por desgracia, otras veces no es “tan fácil”. Natalia Pablos es el ejemplo más claro y reciente de este último caso. Su historia ha dado la vuelta al mundo y ni siquiera aún está segura de poder decir a ciencia cierta que no va a volver a jugar ningún partido con la camiseta de su equipo, el Rayo Vallecano.

"El club está haciendo lo posible para fichar a alguien rápido y así poder dejarme retirarme"

A sus 32 años y tras 15 defendiendo la camiseta franjirroja donde ha marcado mas de 350 goles y ha vivido dos ascensos, tres Ligas, una Copa de la Reina y tres participaciones de Champions League; Natalia decidió poner fin a su carrera, cerrando así un ciclo: “No todos los deportistas tienen la suerte de tener un trabajo al margen, yo he tenido esa suerte. Tras 17 años de carrera quiero dedicarme a otra cosa y creo que es el momento”, expresa la jugadora franjirroja sobre su sentimiento de querer retirarse del fútbol profesional.

Sin embargo, el Rayo Vallecano, lejos de facilitarle los trámites que correspondan a su salida del club, le han impedido hacer buena su retirada, alegando una cláusula de 250.000 euros y dos años más de contrato, comportamiento que ha sido criticado por todos, desde las mismas peñas del club hasta compañeras de la futbolista como Vero Boquete: “La situación a lo largo del verano ha ido cambiando, creo que se arreglará pronto. El club está haciendo todo lo posible para firmar una incorporación rápidamente para dejarme a mi retirarme y que esta decisión no perjudique a nadie”, explica Natalia.

Natalia celebra un gol en Champions en su primera etapa en el Rayo | Fotografía: Rayo Vallecano
Natalia celebra un gol en Champions en su primera etapa en el Rayo | Fotografía: Rayo Vallecano

Mientras tanto, y a la espera de la llegada de esa solución que desatasque la operación Natalia Pablos, la delantera madrileña se sigue entrenando con las que siguen siendo ahora mismo sus compañeras de equipo: “Es una situación extraña pero la intento tomar con naturalidad. Al fin y al cabo es ir a lo que siempre he ido, a entrenar”. 

"Creía que tras 15 años en la entidad, una decisión así la podría tomar cuando quisiera"

Con LaLiga en el horizonte (el Rayo jugaría su primer partido el nueve de septiembre), la futbolista y profesora de Educación Primaria, comienza las clases el día tres, situación que aprieta un poco más si cabe el calendario del Rayo y de la madrileña. 

Así, Natalia afronta este momento de su vida con el apoyo de toda la afición y con la ayuda del club, el cual seguirá contando “con todo el apoyo” de la todavía futbolista franjirroja, que solamente desea poder ejercer en su otra vocación, “sin grandes despedidas, solamente de manera normal y natural”; tal y como la eterna leyenda del Rayo Vallecano se merece.