La Real Sociedad quiere regalar a su afición la primera victoria en el estreno de Anoeta. El estadio, cuya remodelación se ha completado en más de un 50% (aún queda la cubierta y el fondo norte), acogerá el partido entre el club donostiarra y el Barcelona, vigente campeón de Liga.

El equipo culé, para el que la visita a San Sebastián ha sido una pesadilla desde que los vascos volvieran a Primera, no quiere dejarse ningún punto esta jornada. Aunque desde 2007 no habían ganado, la temporada pasada consiguieron hacerse con la victoria por 2-4, con una segunda parte excelente donde remontaron un 2-0.

Gran inicio

Los de Valverde han empezado la temporada en gran forma. En la Supercopa de España vencieron por 2-1 a un Sevilla que empezó ganando, pero que vio cómo Piqué y Dembelé remontaron para darle al Barça el primer trofeo de la temporada.

En Liga, de momento su actuación es inmaculada. Ante el Alavés ganó sin sufrir con doblete de Messi y gol de Coutinho. Frente el Huesca, en la jornada previa al parón de selecciones, mostró su versión más demoledora y se dio un verdadero festín.

Eso sí, en su único partido fuera de casa sufrió sobremanera. El Valladolid le apretó las tuercas y estuvo a punto de llevarse un punto que habría sido merecido, pero el gol de Dembelé, que ha empezado de manera fabulosa la temporada, y el VAR, que anuló un gol a los vallisoletanos en el último segundo, frustaron su trabajo.

Dembelé, la gran noticia

Si bien la temporada pasada no fue fácil para el ya campeón del mundo, lo cierto es que no podía haber empezado mejor su segunda temporada en 'Can Barça'. El francés le dio la Supercopa a su equipo con un golazo en el minuto 78. En Liga, su gol ante el Valladolid volvió a salvar a los culés. Pero, además de los goles, está mostrando el desequilibrio que le hizo ser el segundo fichaje más caro de la historia del equipo catalán.

Pero el equipo lo sigue liderando el de siempre. Leo Messi, ya sin la competencia de Cristiano, apunta a ser el claro dominador de la Liga esta temporada. De momento no ha podido empezar más acertado. Y es que en tres partidos de Liga ya ha marcado cuatro goles y asistido en otros dos, además de la asistencia a Dembelé en la Supercopa. Si a eso le sumamos su retirada de la Selección, lo cual hace que llegue descansado al encuentro, se prevé que va a ser difícil pararlo.

Pero lo que realmente ha cambiado es la profundidad de plantilla que tiene Valverde a su disposición. Mientras que ha salido del equipo gente como Mina, Paulinho, Aleix Vidal, Alcácer o André Gomes, de los que solo el brasileño consiguió aportar cosas positivas, Bartomeu ha hecho un esfuerzo por mejorar la plantilla.

Arthur, Malcom, Lenglet y Arturo Vidal, además de la vuelta de Rafinha, completan un equipo de muchos quilates. Esto hace que Valverde, además de tener un once de gala, pueda tener recambios de garantías para cualquier momento y situación de partido.

Vuelta al 1-4-3-3

Una vez dejado atrás el 1-4-4-2 por el que muchas veces apostó Valverde la pasada temporada, el entrenador parece haber encontrado el equilibrio en la plantilla para un cambio de sistema. Todo apunta a que en Anoeta repetirá el once titular que ha jugado en los dos últimos encuentros.

La línea defensiva es prácticamente inamovible: Ter Stegen en portería, Piqué y Umtiti en el centro de la zaga y Jordi Alba y Sergi Roberto en los laterales. Por delante, Busquets es un fijo, y Coutinho se ha ganado un hueco con su buen inicio. La única duda reside en Rakitic, que sufrió un gran desgaste en el partido ante España, aunque a priori será titular. 

Arriba, Dembelé y Messi seguirán haciendo de las suyas. Como delantero centro, e intentando aprovechar los continuos balones de gol con los que le surte Leo, Luis Suárez intentará mejorar su flojo arranque de temporada. El uruguayo lleva dos goles, pero apenas está participando en el juego. Su sitio en el once, eso sí, parece fijo de momento.

Equipo de segundas partes

Parece que los culés se han acostumbrado en este inicio a resolver sus partidos en los segundos tiempos. Ante Sevilla, Valladolid y Alavés deshicieron los sendos empates en los segundos 45 minutos, y frente al Huesca marcaron cinco goles en ese período.

La Real, sin embargo, se ha dejado 3 puntos en los segundos tiempos. El Eibar consiguió ganarles en el descuento y el Leganés empató en el minuto 88 tras ir perdiendo 0-2 al descanso. Además, ha encajado gol en todos los partidos.

Lo que también podemos prever es un cambio de tónica respecto a lo visto en los últimos años. El Barça sigue igual o más dominante aún, pero la Real ha dado un paso atrás. Ha dejado de lado la intención de controlar el balón y basa su juego en ataques más directos.

Si los txuri-urdin hacen un buen trabajo defensivo, al equipo catalán se le puede complicar el partido. Lo malo para el cuadro donostiarra es que anda escaso de gente rápida, ya que tiene a dos de sus extremos lesionados y Sandro, reciente fichaje y ex del Barcelona, se ha lesionado esta semana. Además, la baja de Willian José le resta una opción de salida de balón muy buena.

En defensa, Zaldua deberá estar muy atento a su espalda, ya que Dembelé y la profundidad de Jordi Alba, a quien Messi busca continuamente con cambios de orientación, son un arma muy peligrosa. Por ello, Zaldua deberá recibir la ayuda del interior.