Álex Moreno está ganando galones en la temporada de su vuelta a Primera División. Poco queda de ese chico inocente que aprovechaba al máximo las oportunidades que le brindaba Paco Jémez en la temporada 2014-2015, cuando llegó procedente del Mallorca. Sigue manteniendo sus regates y su calidad, así como una zurda que puede hacer maravillas y dejar locos a los contrincantes. Pero ha ganado personalidad sobre el césped, experiencia, y mucha visión de juego, entre otras cualidades, mayormente, defensivas, porque en las ofensivas ya tenía mucho talento. Y no solo eso, también peso en el vestuario después de varias campañas seguidas enfundándose la elástica de la franja.
Álex Moreno gana importancia en el Rayo Vallecano
Este hecho quedó demostrado en el encuentro frente al Villarreal. Una hora antes de que comenzara el partido saltó la sorpresa en Vallecas. El guardameta indiscutible y capitán, Alberto García, era relegado al banquillo para dar paso a un debutante en la categoría, Dimitrievski, que encajó dos goles y no pudo evitar que la victoria volviera a resistirse.
Ante esta novedad, Embarba portaba el brazalete de capitán desde el inicio. El extremo no estuvo todo el tiempo sobre el terreno de juego, y en el minuto 84 entró en su lugar Bebé, para tratar de aportar frescura en el ataque y dejar los tres puntos en casa, aunque finalmente volvieron a escaparse. Ya que sobre el césped no se encontraban ni Trejo -sustituido anteriormente-, ni Dorado, Álex Moreno fue el que recibió el brazalete de capitán.
Es la primera vez que el lateral -que cumplió 100 partidos con la elástica franjirroja frente al Girona el pasado 27 de octubre-, asume este papel sobre el terreno de juego. Tuvo poco más de seis minutos para demostrar sus dotes en esta faceta, pero antes de eso se dedicó a lo que mejor sabe; anular a los zagueros rivales, correr por su banda hasta llegar a crear peligro en el área contraria e incluso se atrevió a disparar entre los tres palos, pero sin premio. El defensor, que tiene contrato en vigor hasta 2021, puede llegar a tener más oportunidades para, mientras hace partidos magistrales, guiar al equipo.