El Rayo Vallecano volvió a sonreír el pasado viernes. Su víctima, el Eibar, los héroes de Vallecas, los jugadores del equipo de la franja. La solidez defensiva, junto al único gol de los locales, hizo que los madrileños volvieran a ganar en casa más de seis meses después desde la última victoria. Este triunfo no les ha permitido salir de los puestos de descenso, pero sí al menos no descolgarse tanto de otros conjuntos que también ocupan la parte baja de la tabla.
Si el Rayo mantiene la portería a cero, gana el partido
Míchel tenía que incidir en la faceta defensiva, que les estaba dando muchos disgustos a última hora, como contra el Barcelona o el Villarreal, y así lo hizo. Sin cambiar efectivos en la zona de atrás de los suyos -excepto Velázquez, que entró en el once en sustitución del sancionado Advíncula-, pero los zagueros transmitieron gran seguridad, sin restar mérito a las paradas que realizó Dimitrievski.
Echando la vista a anteriores partidos ligueros del Rayo Vallecano, sale una curiosa estadística, a pesar de que queda mucha competición por delante. Los de Míchel únicamente han sido capaces de ganar con la portería a cero, incluso en los empates, los rivales han sido capaces de batir a Alberto o a Dimitrievski.
En el partido en el Alcoraz -el único hasta la fecha que había ganado el Rayo Vallecano antes de recibir al Eibar en Vallecas-, el encuentro también se resolvió por la mínima tras un trallazo de Imbula, pero los oscenses no fueron capaces de perforar la portería, defendida aquella noche, por el capitán Alberto. Por lo que el técnico tendrá que seguir trabajando en esa parcela para, a partir de ahí, mejorar la faceta goleadora y conseguir más tantos a favor, pero sin tener contratiempos, sobre todo en los últimos minutos. Incluso, con Advíncula sobre el terreno de juego junto a Álex Moreno, podría optar por poner sobre el tapete tres centrales acompañados de dos carrileros.