Luis Suárez volvía a los terrenos de juego tras dos semanas de ausencia por su lesión en el choque ante el Atlético de Madrid del pasado 24 de noviembre en el Wanda Metropolitano, en el que se resintió de sus molestias en la rodilla derecha. Tras perderse los tres últimos compromisos, en los que Munir el Haddadi y Leo Messi en su faceta de "falso nueve" lo han relevado, el charrúa volvía al césped tras no ser de la partida en los choques ante PSV, Villarreal y Cultural Leonesa, todos saldados con victorias azulgrana.

En una temporada alejada de sus mejores números, el delantero uruguayo salía como titular en Cornellá el Prat tras entrenar con normalidad en las sesiones previas al derbi catalán ante el RCDE Espanyol. En su regreso, Suárez recuperó las sensaciones y el apetito goleador, con un gol al filo del descanso. Tras una jugada combinativa iniciada por un pase largo de Marc André Ter Stegen, el delantero azulgrana recibiría un balón en profundidad que le permitiría batir por debajo de las piernas al portero blanquiazul Diego López, llegando a la línea de fondo. Luis Suárez culminaba así una gran primera parte del conjunto culé, redondeando la coral actuación con el 0 a 3 en el marcador. Con la renta favorable, el Barça sentenciaría en la segunda mitad consiguiendo el cuarto gol por medio de una genialidad de su capitán Leo Messi.

Además de la diana conseguida, la intensidad y ambición que caracterizan al matador uruguayo, se vieron reflejadas en su rendimiento a lo largo de su estancia sobre el terreno de juego. Con el duelo sentenciado, Ernesto Valverde le dio descanso dando entrada a su suplente, Munir el Haddadi, quien disputó los últimos minutos del choque en la posición de delantero centro. Tras su lesión, Luis Suárez volvió a la senda del gol sin tomar riesgos de una posible recaída, y no puso pegas en su relevo.