El 2018 ha sido un año movido en la posición de entrenador en el Sevilla FC, donde han aparecido hasta tres figuras distintas en este puesto. Dos de ellos durante el curso pasado, temporada 2017/2018, que fueron Vicenzo Montella y Joaquín Caparrós y en la actual campaña Pablo Machín.
El plantel comenzó el año a las órdenes de Vicenzo Montella, que fue nombrado entrenador del conjunto a dos días de finalizar el 2017 tras la destitución de Eduardo Berizzo que solo consiguió 16 victorias en 27 encuentros y dejando al equipo en quinta posición, pero encajando demasiadas goleadas en las 7 derrotas como técnico sevillista y dejando una mala imagen.
El técnico napolitano, Montella, empeoró incluso los números del técnico argentino. De los 28 encuentro que disputó como técnico de la plantilla solo ganó 11 encuentros y sufrió 10 derrotas, solo le salvó en el puesto durante un corto periodo de tiempo el clasificar, por primera vez en su historia, al conjunto nervionense en cuartos de final de la Champions League. Sin embargo, sus derrotas en La Liga Santander y la goleada en la final de la Copa del Rey contra FC Barcelona propiciaron su marcha del club que temía no clasificarse en competición europea al final de temporada.
Tras la destitución de Vicenzo Montella volvió al banquillo sevillista Joaquín Caparrós, dejando tres victorias decisivas y un empate en el derbi sevillano que le valieron para amarrar el séptimo puesto de la clasificación y poder entrar en la UEFA Europa League. Joaquín Caparrós sabía que no era su momento de continuar a las riendas del banquillo y pasó a ser Director de Fútbol del conjunto hispalense y, a su vez, el encargado de buscar un sucesor digno de lo que se encargó durante la pretemporada.
La era Machín
El 28 de mayo de 2018 firmó Pablo Machín como entrenador para Sevilla FC. En su rueda de prensa de presentación, Machín aseguró que no venía aquí a ganar cada partido porque sabía que eso era imposible, pero sí a intentar hacer el mejor trabajo posible que le llevara a lograr el mayor número de triunfos seguidos.
Los números de esta temporada de Machín con el conjunto sevillista están siendo impecables, de 32 encuentros disputados acumula 20 victorias, algunas muy importantes y llamativas como el 1-4 en Vallecas, 2-6 en la Ciutat Valenciana o 3-0 en casa frente al Madrid, el 5-1 contra Standard de Lieja o el 3-0 contra el Krasnodar, que dio el pase como primero de grupo para los 16º de final en la UEL.
El técnico soriano llegó con su “propio” sistema de juego bajo el brazo, un 3-5-2 con potencia de fuego en ataque y fiabilidad y fortaleza defensiva. Comenzó la pretemporada con una modificación del sistema con un 3-6-1 con un único punta, primero Muriel y luego André Silva tras su fichaje, pero este sistema le flaqueaba con él acumuló tres de las seis actuales derrotas: final de la Supercopa de España contra FC Barcelona y en Liga contra Real Betis Balompié y Getafe CF. Sin embargo, rehizo si esquema al colocar en la punta de ataque al francotunecino Wissam Ben Yedder, junto a André Silva, completando el 11 ideal con Vaclik, Carriço, Kjaer, Sergi Gómez, Jesús Navas, Escudero, Banega, Franco Vázquez y Sarabia, siendo entre los suplentes más recurrentes Roque Mesa, Gabriel Mercado, Quincy Promes, Arana, Aleix Vidal y Gonalons, estos dos últimos cuando no sufren alguna lesión.
Con la temporada de su debut alcanzando casi el ecuador, la tercera posición del equipo, la clasificación como primero de grupo para los dieciseisavos de la Europa League y la continuidad en la Copa del Rey, dicen al menos que la teoría del soriano se está viendo reflejada en la realidad de su plantel.