Se puede decir que la suerte no está del lado del francés desde que llegó a Sevilla, cedido por la Roma.

A primeros de septiembre, días después del derbi sevillano, sufrió un golpe durante un entrenamiento, el cual le ocasionó una fractura en la cabeza del peroné que le tuvo 2 meses y medio fuera de los terrenos de juego.

En noviembre reapareció frente al Espanyol, disputando los últimos 20 minutos del partido dejando muy buenas sensaciones para su reingreso en la dinámica del equipo. Para mala suerte suya, y del club hispalense, cuatro días más tarde en un lance durante un partidillo de entrenamiento contra el filial sevillista, sufrió un golpe. Después de hacerle un estudio, los médicos detectaron una fractura en el maléolo tibial de su pierna izquierda, de la cual fue operado en Lyon a finales de noviembre, con el pronóstico de mantenerlo apartado hasta mediados de marzo aproximadamente.

No obstante, parece que las navidades han llegado con un regalo inesperado para el sevillismo, ya que Machín parece que podrá contar con el francés tiempo antes de lo previsto. En los entrenamientos posteriores al primer partido de la vuelta del parón navideño, contra el Atlético de Madrid, hemos podido ver a Maxime Gonalons ya sin muletas y trabajando en el gimnasio con los fisios del club.

Este martes, al acabar sus ejercicios en la ciudad deportiva de la carretera de Utrera, declaró estar mucho mejor ya sin muletas y comenzando la recuperación con el preparador físico: “Dentro de tres semanas creo que trabajaré sobre el campo”, con lo cual su incorporación al equipo podría adelantarse bastante, previéndose que pueda volver al trabajo con el grupo a principios de febrero. Alega estar ansioso por ayudar al equipo: “Necesito jugar para ayudar a mis compañeros”. 

El técnico soriano Pablo Machín, valorando la profesionalidad e implicación del francés, ha optado por llevarse al jugador con el resto del equipo para “hacer piña” a la mini concentración de cuatro días en Bilbao.