Granada CF: un vestuario donde todos suman

El conjunto nazarí tiene en la clave del éxito el buen ambiente que se vive en una plantilla en la que hasta los que no juegan, aportan.

Granada CF: un vestuario donde todos suman
Los jugadores agradecen el apoyo de la afición nazarí en La Rosaleda. Foto: Antonio L Juárez
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Por Oscar Yeste

Nadie tiene duda de que en este Granada CF cada futbolista pelea sobre el césped por el compañero de al lado como si le fuera la vida en ello. Y tampoco de que fuera del verde son la familia que todo jugador querría tener a su lado. Muchos son los instantes en que ello queda reflejado, pero hay que destacar dos de ellos. La unión del grupo antes de cada partido y la piña de celebración después de cada triunfo. Porque el uno sin el de al lado saben que no son nada.

Directos, de frente, con huevos…

Viene siendo habitual en los últimos tiempos del balompié formar un corro justo antes de saltar a jugar. Y el Granada no puede ser menos. En ello destaca la figura de David Tenorio, uno de los ayudantes de Diego Martínez en el cuerpo técnico. Granadino de padre y de madre, sabe por lo que ha pasado el equipo los últimos dos años con un descenso y un sueño frustrado de volver a Primera.

David Tenorio se encarga de realizar el último mensaje a los  futbolistas que pelearán por los tres puntos minutos después. No solo son once los que se dejan la piel por el escudo, suplentes y desconvocados están igual de metidos que los que tienen la oportunidad de pugnar por el triunfo desde el minuto cero, pero ese aspecto lo repasaremos más tarde.

Justo antes de abandonar el vestuario para poner rumbo a una nueva batalla, David Tenorio definió al Granada el pasado domingo como “un equipo directo, de frente y con huevos”. Una frase que proviene de la inspiración de un rapero español, pero que no deja de resaltar la cualidad de unos jugadores que pelean en cada partido como si fuera el último de sus carreras.

… y unidos

Si es importante el corro antes del partido, no se queda atrás la piña que forma el conjunto nazarí tras finalizar un encuentro con victoria. Ante el Zaragoza fue una nueva prueba de ello. Sabedores de la dificultad de ganar en una categoría tan igualada como es la Liga 123, en cuanto finalizó el choque, la mayoría de futbolistas que acabaron el encuentro se fundieron en un abrazo colectivo. Un acto que descifra el secreto del éxito de este grupo de personas y que hace referencia al dicho  “la unión hace la fuerza”.

Nadie desentona

En la plantilla de Diego Martínez no hay nadie indispensable, todos aportan. Los que juegan y los que no. En la portería cierto es que Rui Silva es intocable, pero Aaron demuestra en cada pitido final la euforia y la ilusión de formar parte de un grupo que puede ser recordado a los pies de Sierra Nevada.

En la zaga las bajas han sido una constante durante la temporada. Álex Martínez se lesionó de gravedad y el técnico tuvo que apostar por un Quini que apenas había contado con minutos. A pierna cambiada y como si hubiera jugado toda la vida en el lateral zurdo, el cordobés ha rendido a la perfección en una posición que podía resultarle incómoda. Intenso, atrevido e incisivo hasta que el físico se lo ha permitido.

Diego tuvo que contar entonces con un chaval de la casa como Adri Castellano, un jugador que solo había disputado minutos en Copa. En tres partidos ha demostrado que el míster tiene una alternativa más que válida para el futuro gracias al desparpajo de un canterano con ganas de comerse Los Cármenes.

Bernardo aterrizó en Granada en el pasado mercado invernal sabiendo que ha llegado como tercer central debido al fantástico nivel que está ofreciendo la pareja formada por Martínez y Germán. Ha sido de la partida en un único partido, ante el Elche, pero la implicación en el equipo es de ser un profesional como la copa de un pino. En el último partido en Los Cármenes, las cámaras de televisión captaron al zaguero dando indicaciones a sus compañeros en el tramo final de partido para que mantuvieran la tensión y los tres puntos se quedaran en casa.

Y así se podría seguir hablando de todos y cada uno de los miembros de la plantilla. Azeez y Ojeda llegaron también en invierno para sumar, y con paciencia porque les ha costado entrar, están aportando aspectos diferenciales que dan un plus al equipo. Este Granada vive del compromiso de los futbolistas, del cuerpo técnico y de una afición que sabe que, hacía mucho tiempo que en Los Cármenes no había un vestuario de futbolistas con tanta calidad humana.