Sergio González cumple un año milagroso en el Real Valladolid

Sergio González llegó al Real Valladolid el 10 de abril de 2018, hace justo un año, con el equipo a seis puntos del playoff y hundido tras la derrota en Tarragona. Consiguió ascender al equipo a Primera División en tan solo 12 partidos.

Sergio González cumple un año milagroso en el Real Valladolid
Foto: Real Valladolid
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Por Adrián Gómez

El 10 de abril de 2018 se hacía oficial la contratación de Sergio González como nuevo entrenador de la primera plantilla del Real Valladolid, la dolorosa derrota ante el Nástic propició la destitución de Luis César  Sampedro y el club apostó por el entrenador catalán, que levantó un equipo hundido y consiguió dos milagros: el primero, alcanzar los playoff y el segundo, ascender a Primera.

Sergio se marcó como objetivo ser el mejor de la liguilla de los últimos ocho partidos de competición regular y, a pesar de que el primero de ellos se saldó con derrota ante el Sporting, el equipo ganó en Oviedo y fue para arriba, cosechando cinco victorias un empate y dos derrotas, que sirvieron para que el equipo alcanzara la quinta plaza. El subidón de entrar en playoff, llevó a realizar una fase de ascenso sensacional, pasando por encima a Sporting en la semifinal y al Numancia en la final, que certificó el ascenso el 16 de junio, y llevó a la ciudad a volcarse en las calles para celebrarlo. 

En Primera, con la adaptación total a la ciudad, el técnico encontró la estabilidad plena, pese a las dificultades del mercado de fichajes, debido a la falta de dinero y de la inminente llegada de Ronaldo al club. El equipo empezó en descenso las cinco primeras jornadas, pero Vigo y Balaídos fueron el resurgir, el equipo empató de forma heróica en Vigo (3-3) en los últimos segundos de partido. Esto originó una racha de cuatro victorias ante Levante, Villareal, Huesca y Betis, lo que le llevó al partido ante el Espanyol con la posibilidad de ponerse colíder de Primera en la jornada diez, pero empató.

Ahí llegó el encuentro en el Bernabéu, la cara amarga de la temporada, porque aquí empezó la debacle física y de resultados del Pucela. La derrota por 2-0, llevó a un bajón continuado en el rendimiento de la plantilla, salvo la victoria en Anoeta (1-2). A raíz de esta victoria en San Sebastián, los pucelanos sólo han ganado al Celta (2-1) y al Eibar (1-2), empatado cuatro y perdido diez partidos, sumando 10 puntos de 48.

El entrenador catalán explicó en su momento que la conexión con club, afición y jugadores fue mágica: “Como cuando encuentras a la mujer de tu vida. Ha sido un año magnífico, con muchas emociones. Hicimos un playoff para no olvidar. Hasta diciembre estuvimos a un nivel espectacular”. 

El míster se mostró confiado para poder alcanzar la salvación: "Que estemos todos juntos es muy importante, entre todos sumaremos para ojalá conseguir la salvación. Estoy convencido de que tengo los mimbres para poder sacar esto adelante".   

Su llegada fue un soplo de aire fresco, culminada con el ascenso a Primera, pero ahora el técnico pasa por sus momentos más complicados metido en la pelea por evitar el descenso. El equipo, a falta de siete jornadas, cuenta con 30 puntos y sigue fuera del descenso, pero Sergio y sus jugadores saben que deben buscar tres victorias para conseguir la salvación.