0-1, min. 22, Adrián Embarba

El VAR da esperanzas a Vallecas y el Madrid delira

Un gol de Adrián Embarba desde los once metros tras un forcejeo de Vallejo con Javi Guerra, revisado en las pantallas, dio una victoria muy alentadora al Rayo Vallecano para que siga peleando por la permanencia, frente a un Real Madrid muy soso, sin orden, ideas ni fútbol. 

El VAR da esperanzas a Vallecas y el Madrid delira
Los futbolistas del Rayo se abrazan para celebrar el gol de Embarba / Foto: LaLiga
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Por Iván Sevilla Fernández

Partido intrascendente en Vallecas para un Real Madrid que continuó con en su mala racha de juego y resultados cuando ya el Barça se ha proclamado campeón. Así, el orgullo de la camiseta no fue suficiente para luchar por un triunfo que se llevó un Rayo esperanzado en quedarse en Primera División. Porque para el conjunto de Jémez, sí era un duelo trascendental. Tres puntos tan valiosos como el único gol del choque, obra de Embarba tras un penalti pitado por el VAR. 

Con la prevista idea de mayor posesión del Rayo y defensa adelantada, Zidane quería aprovechar la inclusión de Bale en la derecha para generar peligro, pero ni el galés lo consiguió ni tampoco Mariano o Ceballos, también titulares en un once con muchas novedades. Volvía Courtois y Vallejo como otras noticias destacadas. En cambio, durante los noventa minutos, muy pocos hechos relevantes a favor blanco. 

Alegría rayista desde los once metros

Los primeros minutos se caracterizaron por la intensidad e intentos repartidos para ambos conjuntos, mientras los delanteros caían en fuera de juego frecuentemente. A los quince minutos, Modric se resbaló y facilitó la contra del Rayo, que con cuatro toques dejó solo a Pozo ante Courtois. El portero belga solventó muy bien el mano a mano despejando con la pierna el disparo del rayista. Respuesta blanca en la siguiente acción. Ceballos trataba de encontrar al espacio a su compañero Mariano. Pero era el equipo de Paco Jémez quien simulaba mayor peligro en sus acercamientos. 

Así, aunque desde el punto de penalti fuese, el Rayo se adelantó en el marcador para la alegría de Vallecas, que seguía creyendo en la permanencia tras el tanto de Embarba desde los once metros. Vallejo agarró levemente a Javi Guerra en el área y el VAR revisó la acción. 

Embarba y Vallejo, protagonistas del choque / Foto: LaLiga
Embarba y Vallejo, protagonistas del choque / Foto: LaLiga

Bale en dos intentos sin llegar a coger puerta inquietaba las inmediaciones de la portería local, pero muy poco más de un Real Madrid con escasez de ideas. Mientras tanto, la polémica llegaba al feudo madrileño en una disputa de las sucesivas que estaban teniendo Mariano y Gálvez. De cabeza, Dani Ceballos enviaba el servicio de Carvajal rozando el poste. 

Revulsivos de Zidane sin efectos

Regresaban al campo ambos equipos tras el descanso, pero sin haber acatado muy bien las charlas de sus entrenadores. Pues la segunda mitad fue un calco de la primera, pero con todavía menos remates. Un duelo soso, sin apenas ocasiones ni juego bonito y con un González Fuertes cebado con las amarillas para el conjunto madridista. 

Bebé probaba en el minuto 55 desde lejos a Courtois y el conjunto de Vallecas volvía a salir al verde con ese ímpetu necesario para ganar partidos. No querían bajar los brazos, a pesar de ir mandando en el electrónico. Todo lo contrario sucedía en el banquillo rival, donde Zidane tomaba sus dos primeras decisiones del encuentro llamando a sus dos malagueños. Accedía al verde Brahim, como primer revulsivo blanco, cinco minutos antes que Isco. Sin embargo, el ex del City sería frenado sucesivamente con faltas. 

Cambio de esquema hacia una 4-3-3, activando ambas bandas con Bale y el joven malagueño, que nada más coger la pelota ya generó una falta peligrosa fuera del área. Chut del galés que despejó bien colocado Alberto García en la jugada previa al carrusel de cambios también en el conjunto local. Sobre el césped, demasiadas disputas y repartos de posesiones imprecisas que no eran buenos síntomas para mover ese 1-0. Apenas claridad en las ofensivas y, de nuevo, contadas oportunidades. 

Enfurecía la afición rayista con los seis minutos de añadido, cuando tampoco se habían visto pérdidas de tiempo para tal prolongación. Sin embargo, ya la historia estaba escrita. No hubo más inquietudes en las porterías y el Rayo Vallecano se llevaba tres puntos esperanzadores para seguir peleando por la permanencia. En cambio, un Real Madrid muy revolucionado volvía a delirar otra jornada más sin ideas ni fútbol.