El Real Betis, con su primera victoria en Liga, se irá al parón ligero con tres puntos en su casillero y en la decimoquinta posición del campeonato regular. Una victoria sufrida, merecida, y que, al fin, despeja algunas dudas sobre el juego del equipo, todavía algo enquistado y dubitativo por momentos. El 'MVP' del partido, Nabil Fekir, tuvo una muy buena actuación que le confirma como uno de los fichajes estrella de la competición doméstica.

El francés cuajó un partido muy completo, junto a Loren Morón y Joel Robles, artífices claros del triunfo conseguido. Disputó los noventa minutos de juego, con un tiro a puerta (que acabó en el gol de la victoria), un centro preciso, cinco faltas recibidas y dos cometidas, siendo una de ellas castigada con cartulina amarilla. Tuvo un acierto en pases del 78%, y su tanto fue determinante, ya que supuso el 2-1 final para los verdiblancos. Contribuyó de manera activa en la parcela ofensiva del equipo, y se vació en defensa cuando hizo falta. Al término del encuentro se le vio con síntomas de calambres, fruto del enorme esfuerzo realizado durante el transcurso del mismo.

Con este partido, Fekir se postula a ser el eje, junto a Canales, que lleve la manija del nuevo proyecto de Haro y Catalán, comandado por Rubi, para este curso.

Esto es una solo una carta de presentación del internacional francés, del cual se espera que siga deleitando a la fiel grada de las trece barras con actuaciones similares en el futuro. El próxima cita del campeón del mundo será de nuevo ante los suyos, en el Benito Villamarín, frente al correoso Getafe de Bordalás, donde tendrá la oportunidad de seguir siendo el Fekir que está maravillando en este inicio de Liga.