Joaquín no tiene fecha de caducidad. El portuense, a sus 38 años de edad, sigue sin decepcionar; es más, volvió a ser en la noche del martes el mejor del partido por parte de los béticos, al igual que pasó hace unas semanas en el Benito Villamarín frente al Getafe. El extremo ya suma un gol y dos asistencias en este inicio de campaña. Hay capitán para rato.
En ataque, de sobresaliente
Su actuación fue monstruosa. Corrió esa banda derecha del Villamarín que tanto le gusta de arriba a abajo sin parar, la recibía y con cabeza la soltaba, creó peligro con hasta cinco pases limpios al corazón del área, y dejó un detalle de lo más exquisito: le hizo un cañito a Vukcevic con arrastre incluido al más puro estilo Romario, o como le llaman ahora: la nueva 'Joaquininha'.
Y es que el extremo hizo 'hat-trick' de asistencias. Una no se la contaron -la del primer gol de Loren-, por culpa del palo, aunque cualquiera que vea la jugada sabe que el pase del portuense es medio gol. En el segundo tanto, también del marbellí, supo leer otra vez la acción a la perfección, dejándole otra diana en bandeja al antes mencionado delantero bético, que se volvió a encontrar con el poste, que esta vez no impidió la locura de los sevillanos, sino que fue él el que se acabó golpeando. En el tercer y último gol de los verdiblancos, Joaquín encontró su socio perfecto en Sergio Canales: el cántabro, de un pase de tacón, consiguió dejar al veterano capitán del Betis en perfecta posición para, con un toque raso, dar toda la ventaja a Borja Iglesias, que se estrenó por fin como anotador con su nuevo club.
En defensa también estuvo fino
El de El Puerto de Santamaría no solo contribuyó en ataque, sino que también lo hizo defensivamente. Como buen capitán que es, se sacrificó, bajó, despejó y recuperó balones. Ayudó en todo lo que pudo, y eso la afición lo sabe. En el minuto 78 de partido, Rubi decidió cambiarlo por Tello, y fue despedido por todos los fieles de la parroquia verdiblanca con una sonora ovación. Merecidísima, sin duda ninguna.
Pasan y pasan los años
Los años pasan y en Heliópolis no todo cambia. Ya son diez años los que se ha vestido de verdiblanco: seis de ellos corresponden a su primera etapa y los cuatro restantes, a su última. Se acaba una temporada, empieza otra, y el capitán del buque bético sigue donde siempre. Eterno.