El partido ante el FC Barcelona del pasado domingo se desarrolló con total normalidad a lo largo de los noventa minutos disputados. Un encuentro lleno de golpes y con las ocasiones bien materializadas por los dos equipos, a pesar del nuevo tropiezo que sufrió el Real Betis. Una vez más, con la polémica arbitral más presente que nunca, la afición mostró su descontento con las decisiones tomadas por el colegiado. Todos consideraron desmedidas las determinaciones que se tomaron en todo momento.

El momento de mayor tensión en el Benito Villamarín fue con la expulsión de Nabil Fekir, produciéndose un hecho grave que fue anotado en el acta del partido por el colegiado Sánchez Martínez. Desde la grada se produjo el lanzamiento de botellas por parte de alguno de los aficionados presentes en el partido. Desde estas líneas, se condena cualquier acto violento dentro de un estadio, pues esto va contra los principios éticos del deporte y del propio fútbol.

Desde las redes sociales del club verdiblanco, han rechazado estos actos acontecidos durante la celebración del partido, y señalan que están tratando de identificar a los autores de estos sucesos en colaboración con la Policía Nacional. Además, piden a los aficionados béticos que colaboren en la identificación de estos hinchas con toda la información posible, facilitando la entidad una dirección de correo electrónico para facilitar el envío de la misma: [email protected].

Fue este uno de los pocos sucesos reseñables externos al juego limpio que practicaron los dos equipos, decisiones arbitrales aparte. Son cada vez más los casos de violencia que se producen en los estadios por parte de los aficionados en momentos de cólera contra las decisiones que marcan los resultados de todos los partidos.

El club verdiblanco queda expuesto, con casos como este, al cierre del estadio y sanciones económicas, algo que el aficionado debe evitar por respeto al equipo al que defiende y siente.