Villarreal y Sevilla son quizá dos de los mejores equipos del campeonato sobre la pizarra táctica, con Javi Calleja en un bando y Julen Lopetegui en el otro, los técnicos de ambos conjuntos plantearon un partido ofensivo, divertido, eléctrico y con gran protagonismo en ambas áreas, sobre todo durante los segundos cuarenta y cinco minutos de juego. Por su parte, era día de reencuentros en el Madrigal, el capitán amarillo, Bruno Soriano volvía a jugar tras más de mil días en un segundo plano al cual le han conducido las repetitivas lesiones.

Alcácer y Pau Torres daban los goles al Villarreal, mientras que Escudero y Munir hacían lo propio en un Sevilla que no se mostró cómodo en la primera mitad, pero si que lo hizo en un segundo tiempo de auténtico fútbol, mientras que los de Javi Calleja lograron mantener la regularidad durante gran parte del encuentro, aunque con un notable cansancio en el último tramo de partido.

Rotaciones en el once de Nervión

La gran frecuencia con la que están jugando los equipos sus duelos tras este parón obligado por la pandemia del Covid-19, obliga a los entrenadores a rotar jugadores, cambiar posiciones o realizar cambios en el dibujo, en este lance las rotaciones pasaban por el Madrigal de la mano de un Sevilla que salió repleto de suplentes para enfrentarse a un rival directo que procedía de ganar en sus últimos tres partidos. Rony Lópes y Sergi Gómez eran principales novedades en el once que alineaba Julen Lopetegui, ambos jugadores cargaban con más de cinco jornadas sin disputar un sólo minuto y tenían la oportunidad de reivindicarse, pero sus actuaciones no parecían convencer a un Lopetegui que optó por reemplazarlos por Jesús Navas y Lucas Ocampos, tras el descanso, dos de los pilares del conjunto andaluz, a los cuales les tocó abrir la trigésimo primera jornada liguera desde el banquillo. 

Otra de las rotaciones de lo más sorprendentes para los de Nervión fue la de Suso, el jugador gaditano apenas ha contado con protagonismo tras la vuelta del fútbol en España, todo lo contrario ocurría antes del parón obligado. Tan sólo 130 minutos han sido los disputados por un jugador que tiende a ser clave en el esquema de Julen Lopetegui, pero que no se asemeja lo más mínimo al futbolista que estábamos acostumbrados a ver, su sustituto fue Munir El Haddadi, el marroquí fue el encargado de tomar las riendas del equipo rojiblanco de la mano de un Banega que se mostró organizado. Además de dar aire fresco, Munir también anotó el 2-2 definitivo. 

Vuelve Banega a dominar el esquema sevillista

Antes de  volver el fútbol en La Liga, todo eran dudas sobre el argentino Éver Banega, no obstante, en la tarde del lunes 22, pudimos ver una versión del rosarino algo mejorada. El centro del campo sevillista estaba formado por Fernando Reges, Joan Jordán y el ya mencionado, Éver Banega, el argentino y el catalán debían de portar el peso del equipo en las transiciones defensa-ataque, no lo lograron en el primer tiempo, donde se toparon con Villarreal que empleaba un muy buen repliegue y que a pesar de ser presionado con un contundente bloque alto en zona dos, no mostró apenas dificultades para la creación de juego.  Cabe destacar que el argentino dejará de formar parte del Sevilla una vez terminada la temporad. 

Tanto Zambo Anguissa/Manu Trigueros o Fernando Reges por parte del Sevilla, supieron hacer gala de una enorme organización física y mental para apoderarse así de un carril central que se convirtió en una autopista intransitable, es por eso que los jugadores de banda adquirieron un mayor protagonismo y sus respectivos equipos necesitaron de su profundidad como agua de Mayo. 

Como de costumbre, Lopetegui alineaba a dos laterales de lo más ofensivos con el fin de poder llegar a línea de fondo y colgar un centro al área, no obstante, la defensa castellonense rechazo la mayoría de esos centros y fue Banega el encargado de evitar que los locales armasen un contragolpe, manteniéndose el argentino en la frontal de área y haciendo una función más de salvavidas que de director de orquestra. 

Eternos problemas en la salida de balón hispalense

Sí hacemos especial mención a la gran capacidad de los andaluces para tallar los contragolpes rivales y capitalizar así el carril central, no podemos pasar por alto las repetitivas dificultades de Diego Carlos, Sergi Gómez o Koundé en su momento para sacar el balón jugado. Pases inoportunos, falta de información y confianza se aposentaron sobre la zaga rojiblanca cuando debían  organizar un ataque partiendo desde la zona uno, o tú misma área. 

Veremos si el técnico vasco opta por cambiar de táctica de cara al siguiente choque frente al Valladolid, sobretodo en el primer tiempo, los andaluces perdieron numerosos balónes, a destacar un pase erróneo en el primer minuto de Diego Carlos que terminaría interceptando Paco Alcácer, quien pudo abrir el marcador en aquel preciso instante.