113 años de una inexplicable pasión llamada Betis

Hoy, 12 de septiembre, es el aniversario de un equipo que levanta pasiones, que da disgustos y alegrías por igual. Se cumplen 113 años de la fundación del Real Betis Balompié.

113 años de una inexplicable pasión llamada Betis
Joaquín Sánchez celebrando con la afición - Foto de La Liga
albertohd
Por Alberto Hierro Delgado

Hoy se cumplen 113 años de que, un 12 de septiembre de 1907, se fundara un equipo distinto, un club del que se puede no querer ni oír hablar de él un domingo, y volver a querer incondicionalmente al día siguiente.

Todo puede cambiar tan solo por escuchar su himno, por ver la camiseta verde y blanca colgada del armario, o por cruzarse con ese aficionado que lleva la equipación puesta con orgullo después de encajar una goleada.

Ahí el bético llega a darse cuenta, si es que alguien ha tenido dudas alguna vez, de la grandeza que puede tener algo que es mucho más que un simple equipo de fútbol, algo que abarca mucho más que un deporte, algo casi inexplicable salvo para el que tiene la suerte de sentirlo.

Hoy se cumplen 100 años y uno más para cada barra del escudo. Un escudo que ha ido cambiando a lo largo de su larga historia, de colores y de formas, pero nunca ha cambiado lo que desprende.

Hoy es tu día, Betis, del Betis real y del republicano, pero siempre del balompié. El club que es grande solo por lo que representa para su fiel afición, la cual se puede encontrar en cualquier rincón del mundo. 

No ha necesitado títulos para ser un club histórico, quizás por eso el Betis es distinto, porque sus alegrías se disfrutan de otra forma.

Equipo peculiar en todos los sentidos, que ha sido campeón de Tercera, de Segunda, y de Primera, que es capaz de ir a Europa un año, y descender al siguiente, o que puede incluso llegar a superar el número de abonados tras bajar a Segunda división.

Alfonso XIII le hizo "real", aunque la idiosincrasia del club es pura fantasía. 

De O'Conell a Villamarín, de Urquiaga a Esnaola, de Gordillo a Joaquín. 113 años de magia, de un manquepierda que nunca debe perderse, y que nadie debe confundir con conformismo, porque el Betis es otra cosa, porque por él se rinden hasta aficionados del rival para cantarle, como hizo el gran Silvio.

Un club que siempre que parecía hundido ha sido capaz de reponerse y levantarse

El que golea al primer clasificado y cae humillado por el colista, el "Currobetis", el "Eurobetis", el Real Betis Balompié.

Por todo lo dicho, si alguien aún se pregunta después de 113 años qué es el Betis, aconsejo que no se frustre cuando no llegue a comprenderlo, porque es algo inexplicable, una inexplicable pasión, pero, sin duda, una de las más bonitas que puedan existir.

No intenten entenderlo, simplemente disfrútenlo.

Felicidades, Betis.