Real Valladolid y Huesca llegaban a este encuentro con la necesidad de conseguir los tres puntos. Sin embargo, el equipo menos goleador de la Liga Santander derrotó con tres tantos en su feudo a un conjunto vallisoletano que se vio superado por el juego y actitud en 57 minutos. A pesar de los cambios, el equipo no consiguió reaccionar, sólo un tanto de Toni Villa en el descuento les daba el gol del honor. Este triunfo da un respiro a los oscenses y hace tambalearse a los Blanquivioletas.

Desde el inicio, los de Pacheta se mostraron mas ambiciosos, ya en el minuto dos el hombre del partido, Rafa Mir avisaba con un disparo en el área. Por parte del Pucela, Kike contrarrestó con un cabezazo que detuvo Álvaro Fernández. El Valladolid tuvo sus ocasiones para adelantarse en el marcador a pesar de su escasa posesión, un remate de Weissman y un cabezazo de Plano, pero no fueron suficiente. No eran capaces de superar esa línea de cinco, ni minimizar la mayor virtud del Huesca los centros laterales con el delantero murciano como principal destinatario. Y en el minuto 37, comenzó el festín de los azulgranas, un error en la marca de Joaquín hizo que Mir pudiera rematar y no perdonó.

En la segunda parte, Sergio González cambió el dibujo, puso a Alcaraz atrás con la idea de que Luis Pérez y Nacho llegaran a la línea de fondo, pero el desajuste defensivo fue total. Además, decidió poner dos delanteros y dio entrada a Sergio Guardiola. Pero, no le dio tiempo a Sergio González a probar su estrategia, ya que en el minuto 50 un balón de Seoane a Rafa Mir al espacio consiguió anotar el segundo, tras la falta de contundencia de los centrales. El técnico catalán realizó un triple cambio, incluso debutó Kodro, pero no fue suficiente porque en el minuto 57, Joaquín se equivoca decide ir a la disputa en el área y cuando quiere reaccionar el goleador de la noche sentenciaba con un 0-3 que hacía mucho daño a los locales.

No sólo es la pérdida de los tres puntos sino la manera de hacerlo. Los blanquivioletas fueron un equipo sin posesión, con un rendimiento pobre en la finalización de acciones, con errores defensivos que sentencian partidos, con falta de comunicación y consistencia a la hora de defender en el área. Mientras que, el Huesca tras cuatro partidos sin marcar, anota una goleada que le permite creer. Los oscenses aprovecharon sus virtudes fueron efectivos crearon ocasiones de gol desde la línea de banda, en la finalización, en los disparos y tuvieron el control del balón.

Esta derrota supone un mazazo para el Real Valladolid que necesita un cambio urgente. El Valladolid de Sergio se ha identificado por dos acciones claras: La solidez defensiva con una pareja de centrales fija y superar las finales ante rivales directos. Y esta temporada, el conjunto blanquivioleta no ha brillado en ninguna de esas dos facetas. La competitividad de los vallisoletanos no es la misma, es una realidad.

El conjunto blanquivioleta ha perdido la distancia de siete puntos del descenso y se coloca tan sólo a cuatro, en dieciseisava posición con 20 puntos, tras dos empates y una derrota ante rivales como Elche, Levante y Huesca. Esto refleja el ánimo futbolístico del equipo y esta pérdida de puntos supone un paso atrás en la lucha por la salvación.

Su próxima cita tendrá lugar el viernes 5 de febrero a las 21,00 horas frente a otro rival que lucha por los mismos intereses, el Alavés.