Lo vivido el martes en la Ciudad Condal ante el Paris Saint-Germain supuso un varapalo anímico para un Fútbol Club Barcelona que continúa inmerso en un año de transición. El equipo de Ronald Koeman, que está más fuera que dentro de la UEFA Champions League y que deberá remontar al Sevilla de Julen Lopetegui si de verdad quiere seguir teniendo opciones reales a, al menos, levantar un título al término de la presente temporada, afrontaba el encuentro correspondiente a la jornada 24 de LaLiga Santander con la idea de no dejar escapar más puntos y mantener la buena racha que llevaba arrastrando desde el pasado 5 de diciembre, cuando perdieron su último duelo liguero. En la tarde de este domingo, el conjunto azulgrana recibía al Cádiz de Álvaro Cervera, que se vería obligado a reaccionar tras haber encadenado cinco partidos sin puntuar. De esta forma, el Camp Nou se convertía en el escenario de un choque de alto voltaje, en el que distintos intereses estarían en juego. Por un lado, el equipo del técnico holandés velaría por seguir manteniendo como reales sus opciones a reengancharse a la lucha por entonar el alirón al final de la temporada y, por el otro, el conjunto de 'La Tacita de Plata' lo haría para seguir escalando posiciones en la tabla clasificatoria.
Pese a los esfuerzos realizados sobre el terreno de juego y a la efectividad de Leo Messi, incapaz de fallar desde los once metros el gol que supuso la apertura del marcador en el partido después de que 'Fali' cometiera penalti sobre 'Pedri', el Fútbol Club Barcelona, con "resaca" de la derrota europea sufrida hace apenas cinco días, concedía un empate imperdonable después de que Clément Lenglet derribara a Rubén Sobrino en el área de Marc-André ter Stegen a escasos minutos del pitido final. Así, los azulgranas demostraron no ser capaces de levantar cabeza ni cuando la vida les da una segunda oportunidad. Porque la tenían y más teniendo en cuenta que el Atleti de Diego Pablo Simeone "pinchó" este sábado ante el Levante de Paco López en el Metropolitano y perdió fuelle en su lucha particular por asegurarse el título. Los cadistas, de la mano de Álex Fernández, nivelaron el marcador y firmaron las tablas dejando al conjunto azulgrana a cinco puntos del Real Madrid de Zinedine Zidane y a ocho del equipo rojiblanco, todavía líder.
Al terminar el encuentro, el central catalán, Gerard Piqué, valoró el reparto de puntos conseguido. "Este empate duele muchísimo porque la derrota del Atlético nos daba una oportunidad. Ha sido un partido en el que, pese a que hemos generado bastante, ellos nos han puesto en problemas cerrándose atrás. Que hayamos perdido dos puntos es difícil de asimilar. Viniendo de donde veníamos, lo importante era sumar los tres puntos y meternos en la cabeza de la lucha por la Liga, pero todavía hay mucho en juego y será importante que asumamos que dependemos de nosotros mismos", aseguraba el defensa barcelonés, haciendo alusión a las opciones reales que los de Ronald Koeman tienen en la competición doméstica: "Cada partido que no ganas, reduce tus opciones. LaLiga va para largo. Ahora, hay una distancia importante, pero creo que no es inasumible. Dependerá de los próximos partidos. Si cogemos una buena dinámica de juego que nos permita tener buenos resultados, podremos tener opciones. Está difícil, pero hay que intentarlo. El miércoles tenemos otro examen contra el Elche".
Además, el jugador del Fútbol Club Barcelona habló sobre las sensaciones que ha ido teniendo en los últimos días, teniendo en cuenta que, recientemente, ha regresado de una lesión. "Estoy un poco cansado, pero, a la vez, contento por haber podido volver tan pronto. La recuperación ha ido muy bien y estoy recuperando sensaciones. Espero ayudar al equipo hasta el final de temporada", comentaba Gerard Piqué.