Quién iba a pensar que aquel portero cedido en 2019 iba a traer tantas alegrías a los sevillistas. El fichaje oficial del cancerbero procedente del Girona se cerró en el pasado mes de septiembre con un pago de 4 millones de euros más 50.000 por objetivos.

Un mes más tarde, como consecuencia de la lesión de Tomas Vaclík, debutó con el club rojiblanco ante el APOEL Nicosia, encuentro del que salió satisfecho por mantener la portería a cero y por la victoria de su club. A partir de ahí, el meta se hizo con una plaza fija en el once titular.

En la temporada 2019/2020, Bono sumó 512 minutos sin encajar un gol, marca inalcanzable desde 2008 con Andrés Palop.

Y es que en esta Liga 2020/2021, ha logrado mantener la portería invicta en 12 ocasiones. En la Copa del Rey, tampoco encajó ningún gol en los primeros seis partidos que disputó el Sevilla. Es un seguro de vida bajo palos.

Por si fuera poco, también ha estado acertado a la hora de sacar los guantes para evitar un tanto desde los once metros. En lo que lleva de estancia en el Sevilla, aunque ha encajado seis tantos, ha detenido dos disparos que salvaron un empate y una victoria: uno a Nabil Fekir en el derbi sevillano y otro a Raúl Jiménez, en cuartos de final de la Europa League.

En el pasado partido ante el Valladolid, también hizo de las suyas. Los de Lopetegui habían recibido un gol de Orellana en el 44 por la pena máxima y los sevillistas no lograban que el cuero entrase en la red. Hacia el minuto 93, se produjo un córner a favor de los visitantes y el portero subió a rematar, al igual que lo hizo Palop frente al Shakhtar en 2007 .

Con su pierna izquierda y con un remate preciso, Bono mandó el esférico al fondo de la portería vallisoletana y rescató un valiosísimo punto para el Sevilla. El de Canadá sigue haciendo historia y se convierte en el primer portero en toda la historia del cuadro de Lopetegui en marcar un gol en LaLiga.