El Sevilla visitó San Mamés con numerosas bajas en su plantilla. Tras la eliminación en Champions a comienzos de semana, el conjunto hispalense visitó a un Athletic Club con algunas urgencias por ganar e ir subiendo en la clasificación, por su parte el conjunto visitante quería seguir luchando en la parte alta.

El partido comenzó con intensidad y con bastante imprecisiones por parte de ambos equipos. Los primeros minutos discurrieron sin apenas oportunidades hasta el minuto 7, en el que una internada sevillista por la banda terminó con un cabezazo de Delaney que rebotó en un defensa del equipo local y salió lamiendo el palo derecho de la meta de Unai Simón. El Athletic no tardó en responder con un mano a mano entre Iñaki Williams y Bono, fruto de un grave error de comunicación entre dos jugadores no dados a fallar como son Fernando y Koundé.

Con el paso de los minutos, el conjunto de Marcelino se empezó a hacer dueño del balón y de la iniciativa del encuentro, mientras tanto el Sevilla reculaba dando espacios a los leones. A los veinte minutos llegaba otra ocasión muy clara para el Athletic, esta vez era Dani García el que en un disparo lejano estuvo a punto de abrir el marcador con un disparo al poste, seguía avisando el conjunto local.

El Sevilla sufría en la salida de balón, Rafa Mir era un islote en el área de Simón, apenas le llegaban balones ni el Sevilla merodeaba las inmediaciones del portero internacional con la selección española. Mientras el Athletic a lo suyo, los hermanos Williams seguían haciendo estragos en la meta de Bono. Raúl García estuvo a punto de adelantar al Athletic una vez más pero Bono le negó el gol después de una jugada defensiva rocambolesca de los hombres de Julen Lopetegui.

Pero el fútbol es maravilloso e impredecible, cuando más sufría el Sevilla, llegó el gol de Delaney, bueno digamos más bien golazo. Gran lanzamiento con rosca desde la frontal del internacional danés que adelantaba a un Sevilla que sufría como nunca este año, el fútbol, ni más ni menos. El Athletic seguía en la misma tónica, incluso tuvo otro disparo al poste, pero parece que chocaba contra un muro, parecían una maldición. Así se llegó al descanso con el sorprendente resultado de 0-1 para los hombres de Julen Lopetegui.

La segunda parte comenzaría con un Sevilla con menos concesiones, un poco más metido en el encuentro y con más control de balón, cosa que siempre le viene bien a los hombres de Julen Lopetegui. Pero al equipo sevillista parece que le ha mirado un tuerto esta temporada en forma de lesiones, Augustinsson se retiraría lesionado por un Rekik que actualmente es el único jugador que queda disponible en esa demarcación. El Athletic Club por su parte seguía teniendo oportunidades ante la meta de bono, Muniaín en un pase de la muerte de Iñaki Williams intentó hacer el empate, pero la mando a la nubes de manera incomprensible.

En los últimos minutos, el Sevilla no tenia visos de asomar por la meta de Unai Simón y el Athletic llegaba con más corazón que cabeza, el partido discurría entre imprecisiones y faltas de ambos equipos. Finalmente el Sevilla se llevaba los tres puntos en un partido gris que decidió la genialidad de Delaney, el conjunto sevillista sigue sumando de tres y se mantiene en la parte alta de la tabla sin ofrecer un juego vistoso pero que da resultados. Por su parte, el Athletic sigue ofreciendo dudas en su rendimiento y tuvo muchísimas ocasiones para llevarse el encuentro con solvencia, al final, los tres puntos viajan a Sevilla.