El Atlético de Madrid recibía al Levante UD en el Metropolitano con la necesidad de conseguir tres puntos vitales para mantenerse vivo en la lucha por la clasificación a Champions League. Sin embargo, la lenta circulación de balón de los rojiblancos, el desconfigurado centro del campo formado por Koke y Kondogbia, y la falta de creatividad ofensiva, provocó que este objetivo se viese frustrado.
Para hacer un análisis más pormenorizado del partido y de sus diversos tramos, analizaremos por separado la portería, la defensa, el centro del campo y el ataque de los de Simeone, pasando por el propio entrenador.
Oblak, el parche de una posible derrota abultada
Pese a que el esloveno no está atravesando su mejor momento en el Atlético de Madrid, el guardameta tuvo varias intervenciones claves. Con el Levante ya adelantado en el marcador, Oblak atajó un mano a mano de De Frutos, que podría haber puesto el 0-2 en el marcador y que no hubiese permitido al Atlético seguir luchando por el empate.
En los primeros minutos de partido, también despejó un disparo de Roger desde dentro del área, que podría haber adelantado a los visitantes. Jan Oblak recibió cinco tiros a puerta durante todo el encuentro, uno de ellos el gol de Gonzalo Melero, ante el que poco pudo hacer el guardameta debido a su potencia y cercanía.
El problema defensivo sigue vigente
La lenta circulación de balón de Jose María Giménez y Stefan Sávic fue uno de los principales problemas. Cuando alguno de los dos defensas centrales pasaba el balón al otro, corrían unos segundos muy valiosos que daban tiempo suficiente al Levante UD para colocarse. Los espacios, debido a esta situación, se redujeron mucho, y no había posibilidad de sacar el balón limpiamente jugado desde atrás.
Solo Marcos Llorente y Reinildo Mandava dieron en ocasiones la velocidad al balón que el Atlético de Madrid necesitaba. Sus incorporaciones al ataque, llegando hasta la línea de fondo, generaron el poco peligro que transmitió el conjunto de Simeone en la primera mitad. Ya en la segunda mitad y con el equipo volcado en ataque, Renan Lodi y Vrsaljko entraron al terreno de juego generando más peligro, aunque en líneas generales, la aportación de la defensa fue más bien intrascendente.
Un centro del campo desconfigurado
Thomas Lemar, Rodrigo de Paul, Koke y Geofrey Kondogbia eran los encargados de dirigir la orquesta desde el dentro del campo, aunque la melodía que sonó no fue la más sincronizada.
Tanto Koke como Kondogbia se encontraron en todo momento muy separados uno del otro, sin posibilidad de alcanzar las segundas jugadas que permitiesen acumular al Atlético de Madrid jugadores en campo rival.
En cuánto a la salida de balón se refiere, Koke solo empezó a bajar a recibir el balón a la línea baja del centro del campo tras el gol de Gonzalo Melero, un error por parte del mediocentro español. La superioridad que genera el capitán rojiblanco cuando baja a recibir el balón donde se encuentran los defensas facilita mucho la salida de este, y se pudo ver en cuanto el internacional español comenzó a hacerlo tras el gol encajado.
Thomas Lemar fue el más acertado de los mediocentros: recuperó balones, generó peligro por la banda izquierda junto a Reinildo Mandava y combinó bien con Ángel Correa entre líneas en múltiples ocasiones. Ayudó también en la salida de balón cuando la presión del Levante UD fue más intensa, descongestionando al equipo y cambiando de una banda a otra el esférico para mantener la posesión. Cuando Vrsaljko entró al campo, Marcos Llorente, ya liberado en la banda derecha, también realizó una función parecida a la del francés.
Cunha y Correa, escasas oportunidades
Poco pudieron hacer el brasileño y el argentino para revertir el marcador. Una ocasión clara en la primera mitad después de un centro raso de Marcos Llorente fue de las pocas oportunidades que tuvieron ambos arietes. El balón pasó por debajo de las piernas de ambos.
La falta de efectividad en el centro del campo provocó que Cunha y Correa estuviesen prácticamente desaparecidos. El argentino conectó mejor con Thomas Lemar y pudo romper las líneas generando alguna ocasión. Matheus Cunha tuvo muy complicada su participación en el juego debido a la solidez defensiva del Levante UD, solo podía recibir de espaldas a la portería y jugar de nuevo de cara con el compañero que le había entregado el balón.
Con los cambios y la entrada de Joao Félix, el Atlético de Madrid encontró algo de verticalidad en los últimos tramos de la segunda mitad.
Simeone no da con la tecla
El Cholo volvió a probar con el 4-4-2 para enfrentarse al Levante UD, con la intención de dominar, tener la posesión (solo obtuvo un 54%) , y de generar peligro con las incorporaciones de los interiores y laterales. Sin embargo, el resultado no fue el esperado. Renunciar al esquema 5-3-2 ha sido su decisión durante los últimos partidos de LaLiga, y por el momento no ha resultado eficaz. Prueba de ello también la derrota frente al FC Barcelona en la que se utilizó este esquema.
Objetivo: El Sadar
Corregir los errores antes del partido frente a Osasuna en El Sadar es una prioridad. Simeone no podrá contar con Matheus Cunha (lesión) y Daniel Wass (lesión). Podría volver a la convocatoria Antoine Griezmann, recién recuperado de su recaída.