Partido de vuelta trepidante para saber qué equipo jugaría los octavos de final de la Europa League. El Real Betis partía como favorito con un 2-3 en la ida, pero el Zenit haría todo lo posible para cambiar esta situación y llevar el partido a la prórroga con un empate o una victoria para pasar a la siguiente ronda. Todo podía pasar.
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Planteamientos diferentes
Serguéi Semak presentó un 3-4-3 muy diferente a lo habitual. Decidió colocar a los laterales con el rol de carrileros. En la ida, Claudinho estuvo en la banda derecha y no creó peligro al no tener tanta profundidad. En la vuelta, se puso el traje de arquitecto con Wendel y realizaron pases entre líneas hacia área rival. Un quebradero de cabeza. Lo sorprendente fue la posición de Wilmar Barrios en el terreno de juego. El colombiano, que suele jugar de mediocentro defensivo, se posicionó como tercer central y tuvo un papel muy importante en las ofensivas verdiblancas. En ataque: Yuri Alberto, A.Dzyuba y Malcom. Este último realizó movimientos de fuera hacia dentro para dejar un espacio al lateral derecho, A.Sutormin. Dzyuba, el espigado ariete, con su 1,97 m es una amenaza para cualquier equipo.
Pellegrini no realizó novedades y preparó el 4-2-3-1 de este Betis. El chileno utilizó el once de gala para esta cita. El cambio inesperado fue Aitor Ruibal. Normalmente, Juanmi es el titular en esa banda izquierda. Además, no jugará el derbi por acumulación de amarillas. Un movimiento sorprendente. Al final, "el invitado sorpresa" demostró ser esencial en las ayudas defensivas.
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Un Zenit con mucho ritmo
La base del estilo de juego pasa por los pies de Wendel y Claudinho. Futbolistas muy técnicos, habilidosos, con mucha calidad en las conducciones y una visión de juego asombrosa. El primero, tiene un mejor pase entre líneas y abarca muchas zonas del centro del campo. El segundo, en el uno contra uno es letal, buen golpeo con ambas piernas y con un talento que crece cuando tiene el esférico en los pies.
Es inevitable no hablar sobre Malcom. El extremo, con un pasado efímero en las filas del FC Barcelona, ha renacido de esos malos momentos. Sus inicios, en el Corinthians, fueron en la mítica posición de mediapunta donde comienzan muchas promesas, como en su tiempo ocurrió con Robinho. Con el tiempo se fue habituando a jugar en la banda derecha. Tiene una buena conducción de balón y buen último pase. A todo esto añadir su excelente disparo a larga distancia y movimientos de fuera hacia dentro para conseguir una buena posición de disparo. También, posee un centro de gravedad bajo y un fuerte tren inferior que le dotan de más explosividad y aceleración en el uno contra uno.
La otra estrella sudamericana es Wilmar Barrios. Antes era el pivote defensivo, pero el cambio del sistema de juego hace que se sitúe como un central por derecha. Una gran salida de balón, robos en las transiciones ofensivas del rival y una lectura de juego muy inteligente. Arriesga en el abandono de la posición, pero su físico le permite recuperarla con mucha velocidad. No obstante, en esa posición esconde una de sus virtudes: las conducciones por su gran manejo con el balón en los pies.
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Sin un dominador claro
En la primera parte, el ritmo del partido fue muy físico. El club ruso dominó con la posesión del balón, pero sin crear ocasiones en la portería de Rui Silva. El guardameta portugués tuvo un noche tranquila por la gran labor de la defensa. Guido Rodríguez fue "El Típex" del Real Betis. Corrigió todos las conducciones de Claudinho en el juego interior. Cuando el rival aprieta, el argentino se crece para dar equilibrio y tranquilidad.
En la segunda parte cambió la dinámica del encuentro. El Betis apretó, pero sin precipitarse. Empezaron a caer las ocasiones con un cabezazo del argentino al palo, tras una prolongación de Germán Pezzela. Posteriormente, un cabezazo de Willian José y el toque de Ruibal a la madera. El Zenit puso toda la carne en el asador para intentar prolongar la vuelta hasta la prórroga. Y llegó la polémica: Gol en el minuto 89. Se revisó un pisotón de Erokhin a Guido Rodríguez y el árbitro turco decretó falta. Si no se sufre, la victoria no es válida. Así es el Betis.
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Portería a cero
La clave del pase a cuartos de final fue la gran actuación defensiva. Los centrales del Betis estuvieron sublimes. La actuación de Germán Pezzella fue sobresaliente. Dio un paso al frente. Duro en los duelos, sólido al corte, defendiendo muy bien en el área y contundente en cada cobertura. Tuvo atado en corto a Yuri Alberto para evitar cualquier internada o desmarque peligroso. Así lo hizo. El argentino ha cuajado un partido a la altura de lo que se espera de él. Si es campeón de la Copa América... Es por algo.
Ahora bien, lo de Edgar González fue un espectáculo. Sensacional de principio a fin. Decidió encargarse de un hueso duro de roer: A.Dzyuba. Inteligente al corte cuando ha tenido que ir a la cobertura, buen posicionamiento a campo abierto, defendiendo centros laterales, fino en la salida de balón... Su partido ha sido bárbaro. No se notan sus 24 años.
A veces, hay que elogiar al que no aparece en las portadas. El mejor partido de Aitor Ruibal este año. Un currante como la copa de un pino. Su nivel habitual en ayudas defensivas, pero tomando decisiones acertadas con el esférico en los pies. Ha aportado en el ataque posicional, ha estado bien en la asociación y siempre ha sido una opción para encontrar la profundidad. Muy buena actuación.
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El "EuroBetis" es un hecho
El Betis domina más o menos, pero está vivo en tres competiciones y sigue dando alegrías a sus aficionados. Ese gol en el minuto 90 silenció al estadio Benito Villamarín y la decisión del colegiado provocó la locura. El técnico chileno está aportando su experiencia en esta competición y se nota. No hay nervios, a pesar del dominio visitante o la falta de posesión de balón. 48.500 aficionados animando sin parar... Eso aumenta la intensidad a cualquier futbolista. Tras la victoria, en Heliópolis empiezan a sonar los tambores de guerra por el derbi en el Sánchez Pizjuan. Sigue "El Plan" del Ingeniero.