Duelo de máximo nivel el que acogió el Estadio Olímpico de Roma en la tercera jornada de la UEFA Europa League. Choque que midió a los dos grandes favoritos en este Grupo C: AS Roma y Real Betis Balompié.

El conjunto romano llegó a este partido tras redimirse (cayó derrotado en Bulgaria ante Ludogorets en la primera jornada por 2-1) en la segunda jornada de la competición europea, tras vencer al HJK por 3-0.

Por su parte, el conjunto de Heliópolis ha vencido en sus dos primeros encuentros en Europa, 0-2 ante el HJK y 3-2 ante Ludogorets y partía antes de comenzar el enfrentamiento como líder en solitario de este grupo.

Igualdad en el marcador ante el dominio bético 

Arrancó el encuentro con máxima igualdad entre ambas entidades, con una Roma muy intensa ante su afición y un Betis queriendo controlar la posesión desde el comienzo.

Varias ocasiones sin lograr peligro en ambas áreas, pero la primera iba a llegar para los visitantes. Fekir recibió el balón en el costado del área y sacó un gran chut lejano, que finalmente se estrelló en el palo y se marchó rechazado.

A pesar del asedio bético en términos de posesión, el conjunto capitalino, gracias a la calidad individual que tiene, generaba peligro con muy poco juego y sin apenas generar en el plano colectivo, todo lo contrario al Betis.

De esta manera iba a llegar el primer gol. Sin apenas generar peligro en estos primeros 30’, y con algo de fortuna, un centro de Dybala desde el saque de esquina impactó en la mano de Ruibal. El árbitro VAR notificó al colegiado del encuentro, que decretó penalti, el cual se encargó de ejecutar el argentino para vencer a Bravo y desatar la locura en el Olímpico de Roma.

No se achicó el conjunto bético y logró dos ocasiones de peligro tras el gol de ‘La Loba’. Luiz Henrique dribló a su contrario y chutó desde un lateral del área, pero Rui Patricio atrapó sin complicaciones. Guido Rodríguez, con un gran disparo lejano tras una jugada colectiva, puso las tablas en el marcador.

Jugadores visitantes celebrando el gol del momentáneo empate. Fuente: Getty Imaes.
Jugadores visitantes celebrando el gol del momentáneo empate. Fuente: Getty Imaes.

Tras el empate, la Roma apretó al conjunto visitante para irse con ventaja al tiempo de descanso. Zaniolo remató un centro de Zalewski que impactó en el travesaño. Posterior a esa jugada, Dybala se sacó una gran volea de la manga que despejó Bravo con una gran intervención.

Lo mejor para el final

El segundo acto comenzó como acabó el primero, mucha intensidad de los romanos. 

Tras un centro al área de Dybala, Smalling iba a dejar un balón dentro del área para que Cristante chute a bocajarro, pero Claudio Bravo volvió a aparecer para salvar a los suyos.

Durante el ecuador del partido se igualaron las fuerzas, poca intensidad en las áreas y dominio de la posesión para los béticos, que se mostraban muy cómodos con su plan de juego.

Lo mejor iba a llegar en el final del choque, cuando rondaba el 87’ y Rodri, con un centro ‘poco ortodoxo’ al área, asistió a un Luiz Henrique que se impuso a Spinazzola en el duelo aéreo y logró batir a Rui Patricio para desatar la locura entre los béticos desplazados a la capital de Italia.

Luiz Henrique tras anotar el gol de la victoria (1-2). Fuente: Getty Images.
Luiz Henrique tras anotar el gol de la victoria (1-2). Fuente: Getty Images.

Ya en el 93’, Zaniolo perdió la cabeza y fue expulsado de manera directa tras el aviso del asistente al colegiado del encuentro debido a una patada sobre un jugador del conjunto visitante.

Finalmente, victoria bética en Roma por 1-2. La próxima semana se invertirán los papeles y será el conjunto romano quién visite el feudo verdiblanco, el Benito Villamarín.