God save the Queen

Alexia volvió a recibir, por segunda vez consecutiva, el galardón del Balón de Oro. Una hazaña sin precedentes en la historia del fútbol femenino para seguir dilatando una trayectoria sublime.

God save the Queen
Alexia consigue su segundo Balón de Oro - Foto: FC Barcelona
daniortega
Por Daniel Ortega

Es complicado medir la magnitud de algo sin tomar un punto de referencia. Para la protagonista del artículo, no hay punto de referencia que valga. Lo que convierte su trayectoria profesional en el mundo del fútbol única e irrepetible. "Me pregunto si todo esto es real", decía Alexia Putellas al recibir el Balón de Oro. Y sí, por muy descabellado que fuera el sueño de esa niña que ansiaba convertirse en la mejor jugadora del mundo, lo es.

Alexia siempre nadó a contracorriente de todos los estereotipos que le relacionaban por el simple hecho de ser mujer. Pobres, no sabían lo que decían. A pesar de caer bajo las garras de las malditas lesiones, ni estar fuera de los terrenos de juegos, ni su ligamento cruzado, han podido evitar que siga dilatando con logros y galardones su figura como futbolista. Todo lo bueno que le pase será insuficiente.

Con apenas 4 años, Alexia tenía clarísimo que su pasión era el fútbol. Sus comienzos vinieron de la mano del CE Sabadell, donde se convirtió en la jugadora más pequeña del equipo. Da igual que también fuera la que tenía menos fuerza del grupo, y que ni siquiera era capaz de levantar el balón del suelo; nadie, ni nada, iba a frenar su sueño. Desde sus primeros pasos, la perla de Mollet del Vallès llamaba la atención del público, y no tardó en incorporarse a la Masía. "Juega como los niños", decían. No, juega como Alexia. Una reestructuración en el fútbol formativo del Barça hicieron que tuviera que salir de la que siempre consideró su casa, pasando por el Espanyol -donde llegó a debutar en Primera División-, y el Levante. En 2012 pudo volver al club de sus sueños, brindándole la oportunidad de demostrarle al mundo lo que siempre quiso ser. Y vaya si lo consiguió.

  • Alexia Putellas, culer de cuna

Desde muy pequeña, Alexia no se perdía un partido del Barça, yendo al Camp Nou de la mano de su padre, Jaume, que en paz descanse. Su madre, Elisabet, tampoco fue menos, convirtiéndose en su sombra y apoyo cada vez que le hizo falta. Quizá, hace 20 años, cuando el fútbol estaba considerado 'un deporte de hombres', no era fácil encajar en tu cabeza que el sueño de tu hija fuera convertirse en jugadora de fútbol profesional, cuando ni siquiera el fútbol femenino lo era. Pero en su familia, le hicieron el camino más fácil. Siempre estuvieron con ella, desde sus padres a sus abuelos, como ha repetido en numerosas ocasiones.

Alexia Putellas en el Camp Nou como aficionada | Foto: Cuenta oficial de Instagram de Alexia Putellas.
Alexia Putellas en el Camp Nou como aficionada | Foto: @Alexiaputellas.
  • No deja indiferente a nadie

El mundo del fútbol se ha volcado con la 11 del Barça, recibiendo todo tipo de halagos por todas las vías existentes. Desde sus entrenadores, futbolistas en activo, retirados, y personal diverso asociado al deporte rey, hasta el último aficionado. Una de las personas que más, y mejor, le conoce es Lluis Cortés, ex-entrenador del FC Barcelona: "Mi experiencia con ella, tanto en el Barça como en la selección catalana, fue muy buena. Yo siempre les decía a las jugadoras que se fijaran en ella. Ella representa lo que tiene que ser una jugadora profesional. Ser profesional no solo es una etiqueta, sino también un tema de mentalidad. Una buena manera de hacerlo es fijarse en ella e intentar copiarla". Estas declaraciones bastan para saber qué tipo de jugador, y persona, es Alexia. Luis Suárez, primer español ganador de un Balón de Oro, le dijo tras conseguir el primero: "Que no sea tu meta, sino tu salida". Y eso Alexia se lo grabó a fuego en su cabeza, demostrándoselo al año siguiente con la consecución del segundo.

  • El impacto de Alexia en la sociedad del siglo XXI

Más allá de todos sus éxitos en el ámbito deportivo, Alexia se ha convertido en un referente mundial para todas esas niñas que, como ella, sueñan con ser futbolistas. Y este mensaje lanzado a una sociedad que carece de sentido común y empatía, vale más que cualquier título. Sus ídolos de pequeña fueron Messi, Iniesta, Puyol, Rivaldo y, sobre todo, Xavi. Siempre fue el espejo en el que mirarse, acudiendo incluso a los campus de verano organizados por el de Terrassa, desde sus 10 a los 13 años. Sin referentes femeninos en el mundo del fútbol, tuvo que hacer un 'cocktail' con deportistas de otras disciplinas, y fijarse en esos jugadores del Barça que, por aquel entonces, eran sus ídolos. Quién le diría a esa pequeña Alexia que se convertiría en ese espejo en el que un día se miró. Y no sólo eso, sino que sus propios ídolos, pasarían a idolatrarle.

  • Alexia sobre el verde

Ningún calificativo está a la altura de su nivel futbolístico. Es lo que llamaríamos una centrocampista total. Tiene una pierna izquierda que debería ser patrimonio de la humanidad, una lectura de juego al alcance de muy pocos, y una fuente inagotable de recursos para generar ventajas a su equipo. Un prodigio en el pase, el disparo, el robo de balón, el ataque a los espacios, y el juego entre líneas. Lo dicho, una centrocampista total. Sus números, para no ser el 9 referencia del Barça, ni de la selección española, hablan por sí solos. Unos registros a la altura de una goleadora diferencial.

Muchas veces, para entender o tratar de predecir, qué pasará en un futuro, hace falta remontarse al pasado y repasar la historia hasta la actualidad. Si algo caracteriza a Alexia es que su sueño puede más que todo. Ni las lesiones, ni perder a su figura paterna con tan sólo 18 años, fueron, ni serán, una piedra en el camino, sino una motivación y chute de energía para alcanzar las metas que va dibujando en su cabeza. Estamos ante una figura que será, y ya lo es, histórica. Una trayectoria sin precedentes que perdurará a lo largo de la historia. Ante esto tan sólo podemos aplaudir, y pedirle a Dios que salve, y guarde, a la reina.