Rentable: que produce un beneficio que compensa la inversión o el esfuerzo que se ha hecho. Hay muchos adjetivos para calificar a este Atleti. Está jugando a un gran fútbol, es muy ofensivo, está en medio de una bonita y sorprendente metamorfosis. Pero en esta edición de Champions League, el mejor calificativo para el Atleti de Simeone es la de  “rentable”.

El equipo rojiblanco ganó al Rostov en su visita rusa, en su tercer encuentro europeo de esta temporada y lo volvió a sacar adelante. Un gol de Carrasco, tras muchos intentos, valió para sumar los tres puntos ante el equipo ruso. Gran partido en juego, gran partido en ocasiones y otro paso más de asentamiento de este nuevo Atleti de Simeone. Sin embargo, los goles que llegan por inercia en Liga se resisten en Champions y el equipo rojiblanco se está mostrando solvente, eficaz con poco o justo acierto. Alta producción con poco empleo goleador: un Atleti rentable.

Tres partidos de Champions League, tres goles a favor, ninguno en contra, y nueve puntos. No se puede ser más práctico ni provechoso. Los goles rojiblancos en Europa siguen la fórmula del 1x3. Cada gol colchonero en esta edición de Champions vale el triple en el casillero de puntos; alta rentabilidad. El Atleti es líder del grupo con una diferencia de goles de +3 y sin que nadie le haga gol. Gol, victoria y a otra cosa. El nuevo perfil del Cholo no olvida la rentabilidad, y en competición europea lo demuestra al máximo, donde ya asoma a octavos de final.

Tres partidos, tres duelos muy distintos, tres partidos ganados por la mínima y sin encajar y los deberes casi hechos. Muchos protagonistas. Saúl como goleador y Oblak como salvador ante los holandeses. Carrasco como goleador, y el equipo entero ante el gigante alemán. De nuevo el belga y la mala fortuna hicieron seguir el patrón en este último encuentro ante el Rostov. Tres partidos. Tres goles como tres soles. Portería a cero.  Nueve puntos. Máximo beneficio con la mínima inversión: rentabilidad.