El eterno oleaje verdiblanco

Opinión | El conjunto de las treces barras se encuentra inmerso en una auténtica marea deportiva que no le deja avanzar, donde el bético debe poner fin a estas insoportables corrientes.

El eterno oleaje verdiblanco
El eterno oleaje verdiblanco. Foto: LaLiga
juanlu-rodriguez
Por Juanlu Rodriguez

Con un oleaje constante no se puede navegar. Por muy preparada que parezca que esté la embarcación; por muy cualificada que parezca la tripulación; y por muy fiel que sean las personas que siempre esperan que se llegue a puerto con buenos resultados en la ardua travesía, con un oleaje constante no se puede navegar. Y así viven los béticos, debajo de una ola enorme que los levanta, los tumba, los lleva hacia un lado y hacia otro y pocas, muy pocas veces, pueden sacar la cabeza para coger algo de aire. Todo es opinable, todo es criticable, todo es cuestionable, todo es mejorable, todo es nefasto, nadie es competente, nadie es profesional, todos velan por sus intereses, todo, todo, todo… y todos, todos, todos…
 
Estas son las corrientes en las que se mueven el respetable del Villamarín. Desde aquellos famosos “salta al campo y mete un gol” y la muestra más impresionante de unión del beticismo, el "15 J", cada vez que viene una nueva gestión, ilusionan, cada vez que llega un nuevo director deportivo, parece el definitivo, etc... Y meses después, la vuelta al calcetín. Todo lo blanco es negro y todo lo bueno, no es malo, es malísimo. ¿Alguna vez ha sido el bético una persona derrotista? Es cierto que lo deportivo, lo más importante de un club, es en lo que se ha fallado sobre manera este año y eso es un dato meramente objetivo. Lo demás, si éste es bueno o malo, si este es más o menos profesional, si está más o menos cualificado, todo es meramente subjetivo.

Manifestación "15-J". Foto: Ayuntamiento de Sevilla
Manifestación "15-J". Foto: Ayuntamiento de Sevilla

Lo que es también meramente objetivo es que desde aquel "15 J", han pasado ya unos cuantos de profesionales en todas las facetas del club, y la pregunta es: ¿todos, todos son malos? Algo más debe de pasar.
Hay demasiadas corrientes que mueven a la parroquia verdiblanca y en las que incluso, da la sensación que algunas disfrutan con los que está pasando y por ello lo alimentan. Hay que intentar, como afición ejemplar que es, calmar y ser críticos ante estas corrientes que les mueven y tranquilizar la marea para que los béticos puedan navegar con la serenidad que necesitan, que con un oleaje constante no se puede navegar.

Fdo: Francisco José Rodríguez López