En el mundo del fútbol actual no es ningún descubrimiento que todo se mueve a través del dinero. La parcela del sentimiento tan solo pertenece al aficionado y parece algo lógico. No obstante, la conversión del fútbol moderno basado en el negocio se está llevando a la exageración. En este mercado invernal se puede apreciar ejemplos muy significativos. El que destaca de sobremanera es la salida de Íñigo Martínez al Athletic. El central que militaba en la Real y en el que era capitán, se marchó a su eterno rival por razones económicas, ya que ambos equipos pelean por objetivos deportivos muy similares.
Por otro lado, las cifras astronómicas que se manejan ciertos fichajes como es el caso de Coutinho o Laporte, entre otros, y la llegada masiva de jugadores nacidos en Arabia Saudí con la única razón de obtener una compensación monetaria a cambio, hacen que la necesidad de centrar las fuerzas con el único objetivo de sacar el mayor beneficio se haya llevado al máximo exponente en este deporte. Pocas son las historias donde el amor supera al dinero, por ello, sobresalen de manera idílica. La historia entre el palaciego y el Real Betis, es una de las anécdotas que enamora a los románticos del fútbol.
Toda una vida latiendo de verdiblanco
Era la temporada 1995-96, el Betis se encontraba en Primera División y consiguió una trabajada octava plaza en la clasificación. Ese mismo año, concretamente en abril, nació un tal Fabián Ruiz en el pueblo sevillano de Los Palacios. En ese mismo equipo, lo dirigía Serra Ferrer, uno de los grandes artífices para que Fabián siga de verdiblanco. El actual vicepresidente deportivo dirigía a jugadores como Alexis o Cañas que forman parte de la secretaría técnica y Juan Merino, una persona crucial en la trayectoria de Fabián.
El club le ofreció a la madre de Fabián que fuera empleada del club bético
Desde bien pequeño, el talentoso mediocentro palaciego comenzó a jugar al fútbol en la Escuela de Fútbol La Unión de Los Palacios, hasta que en 2011, el Betis se fija en él y lo fichó para su cantera. Por aquel entonces, la familia del futbolista atravesaba severos problemas económicos y el club le ofreció a la madre de Fabián que fuera empleada del club bético. Desde que el protagonista de esta historia tenía ocho años, su madre fue limpiadora del equipo heliopolitano. Todo por y para que su hijo tuviera la posibilidad de triunfar como futbolista. Desde aquel día que se calzó la zamarra verdiblanca, se iba a fraguar un bonito idilio entre Fabián y el Real Betis.
En infantiles fue la transformación física del palaciego, perdió mucha velocidad y coordinación. En apenas seis meses creció treinta centímetros, un cambio físico explosivo al que su fútbol tardó en acostumbrarse. De hecho, los dirigentes de la cantera dudaban si iban a recuperar la versión de ese pequeño futbolista que destacaba en los campeonatos de Andalucía. La temporada 2013-14 fue el salto de Fabián al fútbol más profesional. El jugador pasó a juveniles, pero su paso por esta categoría fue de manera anecdótica, debido a que muy pronto dio el salto al Betis Deportivo.
En el filial bético, Fabián cogió rápido los galones y se convirtió en un fijo en los once de Juan Merino. Se le veía a un espigado y delgado chaval, destacaba más por su capacidad técnica que por su físico. Su nivel en el Betis Deportivo era soberbio y en septiembre de 2014 le hicieron su primer contrato como profesional, donde el club se comprometía a incluir a Fabián en entrenamientos con el primer equipo y disponía de una cláusula de 15 millones.
Fabián debutó con el dorsal "52"
Por aquel entonces, el Real Betis se encontraba en Segunda División, en mitad de tabla y Julio Velázquez destituido. Por ello, la directiva comandada por Juan Carlos Ollero, por aquel entonces, decidió darle las riendas de la primera plantilla a Merino, pero de manera transitoria. Una fría noche de diciembre, el Betis le tocaba visitar el Anxo Carro de Lugo y el entrenador gaditano decidió convocar a Fabián. En dicho partido, Fabián debutó con el dorsal "52" y dio el salto al fútbol profesional de manera definitiva. Posteriormente, con la llegada de Pepe Mel tendría también oportunidades. El Betis consigue ascender y en la primera jornada en su retorno, Fabián debuta en Primera División en el empate bético ante el Villarreal de la mano de Mel.
En aquella campaña, el palaciego fue jugando a rachas, no llegó a ser un fijo. Por esta razón, en la temporada siguiente con Poyet al mando, deciden ceder a Fabián al Elche. En el cuadro ilicitano, Fabián creció de sobremanera y era indiscutible para Alberto Toril. Sin embargo, en el plano colectivo fue negativo, ya que el equipo blanquiverde descendió a la Segunda División B. No obstante, visto desde el prisma personal, fue una etapa de crecimiento para la trayectoria del joven futbolista sevillano, donde creció de manera vertiginosa.
La consolidación como heliopolitano
Llegó la pretemporada de la campaña 2017-18, Fabián se quería ganar un puesto en la ilusionante plantilla confeccionada por Serra Ferrer y con un entrenador que podía beneficiar mucho a la forma de jugar del prometedor futbolista hispalense. Así fue, Fabián no solo convenció al preparador cántabro a través de su fútbol, sino que tras su cesión, el futbolista había mejorado notablemente en su físico, ya que llegó mucho más musculado y fuerte, gracias a su etapa en el Elche.
El resto de la historia de Fabián se conoce, porque se tiene muy reciente. El 26 de septiembre, será un día que no olvidará el canterano, debido a que anotó su primer gol con la elástica verdiblanca. Concretamente, al Levante en un partido que finalizó con goleada bética (4-0). Además, el palaciego debutó con la selección española Sub-21 y anotó gol ante Islandia en un partido clasificatorio para el Europeo de Italia. Desde el mes de noviembre, Serra era consciente de que la renovación de Fabián era obligatoria.
Un partido donde Fabián pasó al 'Olimpo verdiblanco'
Sin embargo, de la obligación por renovarlo pasó a la necesidad. Llegó el 6 de enero a Sevilla y esta vez, lo más importante no fue la visita de los Reyes Magos a la capital andaluza, ya que se jugaba el derbi sevillano. Un partido donde Fabián pasó al 'Olimpo verdiblanco', ya que a los 20 segundos puso el Sánchez Pizjuán patas arriba con un zurdazo imposible para Sergio Rico. Al margen del tanto, realizó un partido colosal, siendo el mejor del verde y se encumbró como "uno de los descubrimientos de esta liga", como dijo el técnico del Barcelona, Ernesto Valverde.
En este mercado invernal, muchos son los cantos de sirena que han sonado para fichar al jugador, donde disponía de una cláusula de 15 millones de euros, asequible para los grandes. De hecho, clubes como el propio FC Barcelona, Inter de Milán o Tottenham Hotspur preguntaron por la situación de Fabián. Serra puso la renovación del canterano como prioridad en la planta noble del Real Betis y finalmente, se ha renovado al futbolista hasta 2023 con una cláusula de 30 millones. Sin lugar a dudas, una bonita historia de un amor inseparable por las treces barras.