Los de Parralo lo han vuelto a hacer. Los jóvenes deportivistas han puesto fin a una mala dinámica en la mañana de este domingo ante el Club Deportivo Ribadumia. El Fabril necesitaba resarcirse tras dos jornadas perdiendo por la mínima en dos importantes partidos. El primero de ellos fue ante la Unión Deportiva Barbadás y el segundo contra el Racing Club Villalbés, ambos perdidos por cero goles a uno como visitantes. El Ribadumia llegaba a Abegondo con la misma necesidad que los locales: volver a ganar de tres en tres. En el caso de los de Pontevedra, las dos últimas jornadas habían finalizado con empates ante el Negreira y también contra la UD Barbadás.
Como es habitual, antes del partido se llevó a cabo el calentamiento previo preparatorio para el partido que se iba a disputar minutos más tarde.
Era hora de comenzar el partido. El Dépor B saltó de inicio con: Álex Cobo, Quique Fornos, Arnau Campeny, Nacho Monsalve, Lucas Viña, Álvaro Queijeiro, Álex Corredera, Edu Expósito, Borja Galán, Óscar Pinchi y Jardel.
El Ribadumia presentó el siguiente once inicial: Manu Taboas, Borja Saez, Raymond, Miguel Ángel Vázquez, Stephane, Gabriel Sanin, Adrián Camiño, Juan Ángel Vidal, Fandiño y David Rodríguez.
Iniciado el encuentro, se puso en marcha la apisonadora blanquiazul. Borja Galán abrió la lata del marcador a favor de los suyos en el minuto 2. Óscar Pinchi hizo lo propio para aumentar distancias en el minuto 10 y Jardel anotó su primer tanto personal de la temporada a falta de diez minutos del descanso. Buen juego, precisión, toque, entendimiento, asociaciones y tres a cero en el marcador tras el transcurso de los primeros cuarenta y cinco minutos.
Transcurrido el tiempo reglamentario de descanso, el balón volvió a rodar en Abegondo. Los visitantes tenían la oportunidad de dar la vuelta a un abultado marcador, pero nada más lejos de la realidad. En el minuto 67, Óscar Pinchi anotó un nuevo gol para hacer un doblete personal y anotar el cuarto del equipo. Borja Domingo, tras entrar a sustituir a Jardel, hizo lo propio. Un delantero con tanta hambre de gol no puede hacer más que aprovechar los minutos que disputa en el campo. 19 minutos y un gol. Así llégo el final del encuentro en Abegondo: cinco goles y tres puntos más en el haber de los coruñeses.